Un mal que se hace madrugador

A pesar de que popularmente el párkinson se asocia con la vejez, lo cierto es que cada vez se diagnostican casos a edades más tempranas, incluso recién iniciada la cuarentena, aseguran profesionales vinculados a la Asociación Párkinson Lugo, que prepara estos días los actos que pondrá en marcha la semana próxima, con motivo del Día Mundial del Párkinson, para dar a conocer esta enfermedad y las ventajas que ofrece la asociación, con 70 miembros, a los pacientes.

La fisioterapeuta Susana Penín asegura que el colectivo cuenta con terapias no farmacológicas, como logopedia, fisioterapia, o estimulación cognitiva que contribuyen a ralentizar el avance de la enfermedad, algunas diseñadas especialmente para los pacientes de edades más jóvenes, a quienes les cuesta más asimilar su patología y el hecho de que se haya manifestado tan temprano.

Tanto Susana como la psicóloga Soledad Carrasco inciden en transmitir la idea de que la enfermedad suele tener un desarrollo lento, que la degeneración que produce, tanto física como cognitiva, se produce a largo plazo y que con un buen cuidado se puede mantener una calidad de vida aceptable durante muchos años.

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