Adolfo Suárez empeñó parte de su patrimonio familiar para sufragar los costosos tratamientos médicos a los que fue sometida su primogénita, Mariam, en su lucha sin éxito contra el cáncer de mama. Uno de esos bienes personales de los que se deshizo el primer presidente de la democracia española fue el reloj de oro que lucía en una de sus tomas de posesión, en presencia de su amigo el Rey Juan Carlos, tras ganar las elecciones generales.
Ese reloj, de la marca Rolex que lleva inscrito en su anverso el nombre del expresidente, lo adquirió hace más de una década un coleccionista lucense por 4.000 euros. «Uno nuevo fácilmente podía valer entonces el doble, aunque no lo sé seguro», afirma su poseedor, que prefiere mantenerse en el anonimato.
Una carta de agradecimiento
Un hostelero de la capital lucense conserva la carta que le remitió hace 35 años el entoces presidente del Gobierno. Era su muestra de gratitud por los servicios que prestó el destinatario en un banquete, celebrado con motivo de la visita que realizó Adolfo Suárez en 1979 a Lugo.
