Un estudio que investiga si el ejercicio frena el párkinson involucra a cuatro lucenses

Público asistente a la jornada sobre el párkinson celebrada ayer en la Biblioteca Pública Provincial (Foto: Xesús Ponte)
photo_camera Público asistente a la jornada sobre el párkinson celebrada ayer en la Biblioteca Pública Provincial (Foto: Xesús Ponte)

Cuatro lucenses, enfermos de párkinson, participan en una investigación, que se está desarrollando en la facultad del Inef, en A Coruña, basada en el ejercicio físico como forma de detener el avance de esta enfermedad neurodegenerativa.

El estudio fue presentado ayer en Lugo -coincidiendo con la celebración del Día Mundial del Párkinson- por el investigador de la Universidad de A Coruña Miguel Fernández del Olmo, cuyos antecedentes se sitúan en otro trabajo realizado con animales en el que se llegó a la conclusión del efecto neuroprotector que produce el ejercicio físico en enfermos de párkinson hasta el punto de que el número de fallecimientos fue inferior entre los animales que realizaban este entrenamiento.

Los beneficios del ejercicio físico en los enfermos se está comprobando también en Europa, donde 6.000 pacientes participan en un estudio similar. El ejercicio potencia no sólo la marcha sino también las facultades cognitivas, retrasando las apariciones de demencias.

«Favorece la neuroplasticidad, la capacidad que tienen las neuronas de poder modificarse. El ejercicio físico desencadena factores que favorecen nuevas sinapsis», explica el investigador.

El estudio se centra en un programa de entrenamiento que incluye realizar una caminata tres veces por semana. Los efectos del movimiento en los enfermos se comprueban antes y después de los ejercicios. Hasta el momento, los resultados están siendo esperanzadores, según afirma Miguel Fernández.

Prevalencia

Aunque no hay un registro de enfermos, se calcula que en la capital podría haber cerca de 200 casos, dado que la prevalencia de la enfermedad es de dos pacientes por cada mil habitantes. A esto se une, además, el hecho de que Lugo sea la tercera provincia de España con población más envejecida, después de Ourense y Zamora, según manifiesta el neurólogo Robustiano Pego.

De todas formas, Carmen Pena López, presidenta de la asociación Párkinson-Lugo, afirma que esta enfermedad está incidiendo también en población más joven. «Tenemos a gente de 30 a 40 años que está ya diagnosticada de párkinson en Lugo», afirma la portavoz de este colectivo, que demanda un local para esta asociación.

Carmen Pena anunció, en una jornada celebrada ayer en la Biblioteca Pública Provincial, el convenio suscrito entre la asociación Párkinson-Lugo y Afalu, de familiares de enfermos de alzhéimer, sobre prestación de servicios técnicos. «Este convenio permitiralles ós enfermos de párkinson ter acceso ós servizos dunha educadora, dunha pedagoga e dunha traballadora social, que poden prestarse no enderezo do paciente, ademais da psicóloga, do fisioterapeuta e dunha logopeda que xa ten este colectivo», indicó.

Los enfermos lucenses de párkinson también pueden ser sometidos a distintas terapias, llevadas a cabo por un licenciado del Inef, en la fundación Balogal, tras un convenio entre la asociación y el Breogán.

El neurólogo Robustiano Pego destaca que se están produciendo avances, de tipo farmacológico, en el tratamiento de la enfermedad, basados en cubrir el déficit de dopamina, el principal neurotransmisor. Más opciones que están dando buen resultado son las bombas de perfusión de apomorfila o la cirugía funcional.

Existen, además, otras terapias en investigación como la génica, que consiste en manipular genéticamente algunas células e implantarlas en el cerebro de los enfermos, o también el uso de células madre en células nerviosas.

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