El profesor del Departamento de Producción Vegetal de la Universidad de Santiago de Compostela (USC) Santiago Pereira Lorenzo destacó las condiciones climáticas "favorables" de Galicia para el cultivo de árboles frutales. Pereira realizó, junto con su grupo de investigación de la Escuela Politécnica Superior del campus de Lugo de la la USC y del Centro de Investigaciones Agrarias de Mabegondo (CIAM), un estudio sobre las variedadades autóctonas del manzano y el peral.
Según él, los cultivos de manzanas y peras fueron "tradicionales" en la comunidad gallega, pero la "trascendencia" de la ganadería contribuyó a un "retroceso" en su cultivo.
Asimismo, destacó que el consumidor reclama "cada día con mayor interés" productos locales de "elevada calidad". En esta línea, señaló que los gallegos evalúan "de forma positiva" las frutas ácidas, jugosas y bicolores, características que, para él, responden a la mayoría de los cultivos autóctonos de manzana y pera.
Pereira justificó que es "preciso" recuperar las variedades autóctonas y realizar su "caracterización" y "evaluación" para "dar respuesta" a productores y consumidores, y para "conservar" la biodiversidad.
Origen “común” de la manzana cantábrica
En el proyecto Variabilidad genética de cultivos locales de manzano de Galicia, las poblaciones de cultivos de manzano de la cornisa cantábrica presentaron un grado de diferenciación genética que indica, bien que tienen un origen genético "común", o bien que los movimientos de material entre regiones fue "significativo".
El estudio concluyó con que la producción de manzanas de la parcela de árboles preseleccionados presenta una "buena actitud" para la producción de sidra. Igualmente, se evaluaron los genotipos de los manzanos de la zona de Chantada (Lugo), debido al interés por mejorar la producción del zumo de manzana gallega.
Singularidad genética de la pera
Por otra parte, en cuanto a la especie de las peras, se definieron las principales variedades gallegas de esta fruta, además de "comprobar" su singularidad genética y "definir" sus características morfológicas. También se demostró que la variedad Urraca es una de las "más importantes", con un genotipo extendido en toda la comunidad gallega.
La pera Urraca es pequeña, por debajo de los siete centímetros de largo y seis de ancho, considerados como el mínimo comercial. Sin embargo, la Urraca grande produce peras con tamaño próximo a estos valores y peso de unos 100 gramos.
Por su parte, la Urraca pequeña origina peras de menos de 50 gramos, longitud de 4,5 centímetros y anchura de 4,6. Finalmente, la Urraca, en general, madura a finales de agosto, tiene un color oscuro y un dulzor elevado.
