Un llamativo incendio alarmó ayer a los conductores que circulaban por la N-VI y movilizó a numerosos vecinos del barrio de A Cheda -algunos de los cuales intentaron echar una mano para sofocarlo- además de a dos dotaciones de bomberos del Concello, otras dos de la Xunta y Policía. El fuego calcinó entre 3.000 y 4.000 metros cuadrados de un área situada entre Marqués de Ombreiro y Avenida dos Deportes, un conjunto de fincas y huertas de distintos propietarios y que se encontraban con mucha vegetación seca, lo que ayudó a que se propagara con mucha rapidez.
El fuego se inició alrededor de las seis de la tarde y, pese a la proximidad de una gasolinera, viviendas y varios vehículos, no representó en ningún momento peligro para ninguna de las personas que se concentraron a contemplar las labores de extinción.
Cuando los bomberos llegaron se encontraron con que estaban activos varios focos y, precisamente esa circunstancia, hace que resulte complicado determinar con certeza si fue intencionado o no. Un sendero, que se usa habitualmente como atajo, cruza la finca, de forma que existe la posibilidad de que cualquier persona que lo utilizase provocase el incendio accidentalmente en un punto y el viento ayudara a que se trasladara a otros dando pie a los distintos focos.
Precisamente, el viento fue lo que hizo que el incendio se extendiera con tanta rapidez, de forma que, en el plazo de quince minutos, logró cruzar el ancho del solar. Los trabajadores de la gasolinera que se encuentra frente a la finca reconocieron ayer que no fueron conscientes de la existencia del fuego hasta que vieron las llamas junto a la acera que tienen enfrente. «De hecho, cuando llamamos a los bomberos, ya estaban avisados», dijo.
Fuentes de la policía municipal señalaron ayer que, si bien el viento y el estado de la vegetación del solar contribuyeron a que el incendio avanzara con rapidez, la intensidad del fuego no resultó excesiva y se controló con facilidad.
La dirección del viento creó una gran cortina de humo hacia la N-VI y expulsó hacia esa zona una lluvia de partículas de ceniza que alertó a viandantes que subían del centro comercial Carrefour. Sin embargo, en Marqués de Ombreiro se concentraron muchos curiosos, que pudieron contemplar sin problema los trabajos de los bomberos.
