Un concurso como el Guadiana

Paciente recibiendo radioterapia. (Foto: AEP)
photo_camera Paciente recibiendo radioterapia. (Foto: AEP)

Cualquier proceso administrativo es farragoso. La burocracia, ese mecanismo de tortura, se encarga de alargar y complicar hasta el infinito cualquier trámite, por nimio que sea. Sólo teniendo en cuenta lo complicadas que pueden resultar las gestiones para, por ejemplo, pedir una beca o el alta de la luz, se puede entender cómo se alargan en el tiempo los pasos para adjudicar obras o servicios. Cuanto más caros y más especializados, más se dilatan.

Pese a haber aprendido esa lección de la vida (entre hacer fotocopias, compulsas y los viajes de ida al banco y de vuelta a la ventanilla de la Administración muchas certezas logran asentarse para siempre) nada ha logrado que encuentre explicación al extremo retraso del concurso de tecnología con el que se dotarán los nuevos servicios del Hula.

Es cierto que los equipos de Radioterapia, Medicina Nuclear y Hemodinámica del Hula están incluidos en un extensísimo listado de tecnología con la que se dotarán también otros hospitales gallegos y que el presupuesto es muy elevado. Es decir, no es fácil resolver a quién comprar semejante cantidad de aparatos carísimos y delicados. Pero esa complicación no justifica el hecho de que, pasado más de un año, no se atisbe la resolución del concurso ni el hecho de que la mesa de contratación se reúna con una periodicidad que se acerca a la de un eclipse.

La mesa de contratación de todos esos equipos se reunió por primera vez en septiembre de 2010. A lo largo del año pasado se celebró otro par de encuentros, sin que trascendiera resolución alguna. Mientras, la Consellería de Sanidade siempre mantuvo que la dotación de los nuevos servicios del Hula estaba «en proceso», expresión que difícilmente apunta a límite temporal alguno y que arroja cero novedad: lo llamativo hubiera sido que dijera que no estaba en proceso.

Lugo sigue siendo la única provincia gallega en la que no se proporciona radioterapia a sus pacientes oncológicos o en la que no se hace la intervención más recomendada para un determinado tipo de infarto. ¿Tienen todas las provincias que tener todos los servicios sanitarios? No ¿Tiene Lugo que tener esos tres servicios? Sí.

La razón va más allá del hecho de que se haya prometido hasta la saciedad. En términos de eficiencia (nos cansaremos de escuchar esa palabra en los próximos años) se recomienda su puesta en marcha porque tienen suficientes pacientes potenciales como para que compense ponerlos en marcha. Unos 700 lucenses son derivados cada año para ser radiados en A Coruña; otros mil reciben cateterismos en ese hospital o el de Santiago... no sólo son suficientes como para que resulte económicamente rentable contar con esos servicios en el Hula, también lo son como para que los facultativos que hayan de atenderlos logren consolidar su especialidad. Resulta evidente que un cirujano que no se vea en la necesidad de realizar una determinada técnica a menudo no podrá tener suficiente pericia en su ejecución. Dado el número de derivaciones a otros centros, está claro que este no es el caso.

Esperemos, entonces, que este año las reuniones de la mesa de contratación sean más frecuentes y ejecutivas y que se logre acordar la compra de los equipos. Después, quedará ponerlos en marcha. Otro (largo) proceso más.

Comentarios