Un cirujano de Lugo se autorrecetó opiáceos en grandes dosis que retiraba de una botica

Buprex, el opiáceo que consumía el cirujano. Foto: J. VÁZQUEZ
photo_camera Buprex, el opiáceo que consumía el cirujano. Foto: J. VÁZQUEZ

Una céntrica farmacia de Lugo se enfrenta a una sanción de 15.000 euros por parte de la Consellería de Sanidade, después de que se detectara que suministró cantidades desmesuradas de un opiáceo a un médico de Lugo, que en la actualidad es cirujano del Hula. En la mayoría de estas ocasiones, de hecho, fue el propio médico quien retiró en persona el medicamento, presentando como recetas meros trozos de folio firmados por él y a nombre de terceras personas, supuestos pacientes que luego identificó como su padre o un profesor de sus hijas que ni siquiera tenían diagnosticadas enfermedades que justificaran estas recetas. Al final, el propio médico reconoció a los inspectores sanitarios que se administraba esta droga a sí mismo.

El farmacéutico implicado ha recurrido la sanción ante el juzgado contencioso-administrativo, proceso que ha permitido conocer la magnitud del problema que gira en torno a un cirujano, anteriormente médico del hospital San José de la Diputación y en la actualidad en activo en el Hula. Este hombre ya había sido condenado anteriormente por tenencia de pornografía infantil y está siendo investigado por injurias y calumnias contra una decena de personas, entre ellas varios policías nacionales. Lo más sorprendente de todo es que, pese a todos estos antecedentes, sigue ejerciendo su profesión y atendiendo a pacientes en la sanidad pública, sin que ni las administraciones correspondientes ni el Colegio de Médicos hayan hecho gran cosa al respecto.

Nueva alarma hace unos meses

El médico de este caso, según parece, no dejó de tener una relación complicada con los opiáceos después de que se le cerrara el grifo de la farmacia sancionada. Hace unos cuantos meses, otra farmacéutica alertó a su colegio de que una persona relacionada con este médico, al parecer su pareja sentimental, estaba retirando medicamentos de este tipo recetados por él. El Colegio de Farmacéuticos alertó, a su vez, al de médicos.

Un asunto conocido al que nadie pone límite

La Diputación se desentendió cuando pasó a depender de Sanidade

La presunta adicción de este me´dico cirujano a los opiáceos se detecto oficialmente ya en 1999, cuando trabajaba para el hospital de San José, dependiente de la Diputación. En junio de ese año, según confirmación del organismo oficial, « Inspección Sanitaria notifica ao Hospital San José que (figura el nombre del médico) empregou papel membretado do Hospital para a prescripción e dispensación de Buprex Inyectable (medicación psicotrópica), incumprindo a normativa vixente sobre receita médica e de psicotrópicos».

El Colegio de Médicos se desmarca del tema porque «no es nuestro problema»

Ningún médico puede ejercer en este país sin el permiso del Colegio de Médicos, ya que la colegiación es obligatoria, y en buena medida recae sobre ellos el control de que su actividad sea ejercida de manera ética por su colegiados. Tienen, de hecho potestad para retirar la colegiación a un profesional. Sin embargo, caso de este médico «no es un problema del colegio», asegura su actual presidente, Manuel Boquete.

Sanidade lo mantiene en activo y se niega a facilitar información

«No podemos facilitar información privada ni sobre pacientes ni sobre médicos». Esta es la única respuesta oficial que fue facilitada por la Consellería de Sanidade al respecto. Consellería de la que también depende la Inspección de Famarmacia que realizó el informe en el que se desgranan con todo lujo de detalles las prácticas de este médico-cirujano con los opiáceos, y en base al cual sanciona con 15.000 euros a la farmacia.

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