Un centro con mucho campo

Si la adaptación al Espacio Europeo de Educación Superior fue complicada para los centros universitarios, la dificultad se multiplicó exponencialmente en la Escuela Politécnica Superior de Lugo, que, junto con la facultad de Filología de Santiago, es el centro que más títulos oferta en la Universidade de Santiago y, probablemente, en todo el sistema universitario gallego.

El centro emerge este año con la transformación completa de sus titulaciones, convertidas en cinco nuevos grados: cuatro especialidades de la ingeniería técnica agrícola se transformaron en dos grados, el de ingeniería agrícola y medio rural y el de industrias alimentarias; que conviven con la transfomación directa del resto de las ingenierías técnicas, que se convirtieron ahora en el grado en Ingeniería Forestal y de Medio Rural, grado en Ingeniería Civil, y el grado en Geomática y Topografía.

Ese cambio supuso para el centro «una organización académica más complicada, más compleja, porque hay más actividades formativas y se precisa un mayor número de espacios», explica el director del centro, Javier Bueno. La complejidad aumenta porque, al tiempo que comienzan los grados, sigue manteniéndose la docencia de todos los cursos —salvo el primero— de las siete especialidades de ingenierías técnicas que había hasta ahora..

El proceso en el caso de las ingenierías comenzó en general con cierto retraso porque el Ministerio de Educación tardó en publicar las directrices. «Son enseñanzas reguladas y cumplen todas unos requisitos especificados por el ministerio que hay que cumplir obligatoriamente», indica Bueno, ya que hay competencias asignadas específicamente a estos profesionales.

Además, el centro mantiene aún las ingenierías superiores de Montes y Agrónoma —de dos cursos cada una—, además de seis másteres adaptados. Toda esta oferta fue posible cubrirla con la plantilla de personal actual, aunque Bueno calcula que habrá que incrementarla más adelante, cuando se vayan implantando el resto de los cursos de los nuevos grados.

Aunque este año se dio un gran paso con la transformación de las titulaciones, el centro aún no agotó los planes de crecimiento. En el futuro —no antes del curso 2012-2013— también se completará la oferta de másteres con los dos que equivalen a las actuales ingenierías superiores: el de ingeniería agronómica y el de ingeniería de montes. Se valora además hacer un máster interuniversitario en ingeniería geodésica, explica Javier Bueno, que dará continuidad al grado en Geomática.

La Escola Politécnica está pendiente de que se construya el edificio de Ingeniería Civil, para lo cual ya existe un convenio con la Diputación, y que le dará un respiro en cuestión de espacio, bastante ajustado ahora mismo.

Inserción
Con esta nueva oferta, la matrícula dio un giro inesperado, ya que bajó en las titulaciones que hasta ahora tenían gran atractivo, como Topografía o Industrias Agroalimentarias, especialmente este último. Javier Bueno está sorprendido por esta tendencia. «El sector agroalimentario tiene muchas posibilidades a nivel de empleo; es el segundo en importancia en Galicia y el primero en España y se necesitan técnicos cualificados», matiza.

Bueno asegura que la Politécnica, además, está muy implicada en el tejido empresarial, con casi 400 convenios de prácticas con firmas de todo tipo.

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