Un burdel del caso Carioca contrató a un brujo para atraer clientes al local

Los bomberos sofocan uno de los múltiples incendios que sufrió el Eros. j. vázquez
photo_camera Los bomberos sofocan uno de los múltiples incendios que sufrió el Eros. j. vázquez

Cuatro años después de su inicio, la jueza instructora del caso Carioca sigue tomando declaraciones. Ayer compareció ante Pilar de Lara una mujer que trabajó como recepcionista, cocinera y limpiadora en el club Eros, uno de los precintados durante esta operación. Pese a que su testimonio no aportó novedades a lo ya declarado por otras mujeres, sí llamó la atención sobre la rocambolesca situación que se produjo cuando el encargado del burdel contrató a un brujo para que utilizara sus poderes para llevar clientes al local.

La testigo, que reconoció que había muchos detalles que no recordaba por los años transcurridos, explicó que en aquel momento el burdel atravesaba por dificultades económicas, por lo que el encargado decidió recurrir a los servicios de un hechicero. «Fue una humillación para todos», recordó la mujer, «porque nos tuvimos que dar un baño en champán para que trajera dinero para todos y para que el trabajo del brujo fuera efectivo».

Lo que no aclaró es si el conjuro funcionó o no, aunque está claro que mucha fortuna no trajo al Eros, situado en Garabolos: fue precintado, sus propietarios y encargados fueron detenidos y encarcelados y posteriormente sufrió varios incendios intencionados que dejaron el local en ruinas.

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