''Un 75% de los casos detectados hoy ya se curan''

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El  director del laboratorio lucense Cenbimo Jesús Alba transmite un mensaje de esperanza y optimismo a las pacientes diagnosticadas de cáncer de mama porque según asegura lo que esta enfermedad «era hace 20 años y lo que es ahora no tiene nada que ver en cuanto a resultados».

Este patólogo lucense trabaja junto a su equipo en la fabricación de sondas para hibridación in situ de expresión genética, o lo que es lo mismo, sondas que permiten observar el comportamiento de los genes en determinados tipos de enfermedades -fundamentalmente, tumores e infecciones virales-. Con este novedoso material sanitario se afina en el diagnóstico y se consigue determinar el tratamiento más adecuado en cada caso particular de cáncer, y por supuesto en los de mama.

«Hemos desarrollado una sonda para detectar un gen que expresan el 20% de los tumores de mama», indica Alba, un gen que hasta ahora se detectaba por métodos indirectos. Su detección directa con la sonda que ha desarrollado el equipo lucense supone una gran ventaja pues para el tipo de tumores -muy agresivos- en los que está presente existe un tratamiento, «un anticuerpo monoclonal terapéutico» que cuesta «52.000 dólares por paciente y año».

Este anticuerpo «sólo» debe aplicarse en los casos concretos donde realmente es necesaria su utilización, además de por «los costes que supone para un servicio público de salud», indica Alba, porque «tiene contraindicaciones» y por ello ha de aplicarse exclusivamente a personas que «verdaderamente lo necesiten y se puedan beneficiar de él», insiste.

Así, con la sonda fabricada por Cenbimo es más rápido y sencillo determinar cuándo utilizar cada medicamento y ahora el laboratorio iniciará un estudio en colaboración con el Grupo Español de Investigación del Cáncer de Mama (Geincam), un grupo de oncólogos que trabaja en red con colectivos extranjeros y tienen acceso a «una base de tejidos de cáncer de mama importante», explica Jesús Alba.

La revista especializada Diagnostic Molecular Pathologies también se ha hecho eco de las investigaciones del equipo lucense y en uno de sus próximos números publicará los resultados de un estudio durante el cual se ha empleado la sonda desarrollada por Cenbimo «en 403 casos de cáncer de mama a ciegas, es decir, sin conocer datos», añade Alba. En este trabajo han participado profesionales de 15 hospitales españoles.

El trabajo del equipo de Alba se centra ahora en conseguir fabricar sondas -«vamos por buen camino», indica- que sean capaces de detectar otros tipos de genes «que se han implicado en resistencias a tratamientos en cáncer de mama, o que están implicados en mala evolución y mal pronóstico de los pacientes, como por ejemplo el PTEN o el src». Así, y además de seguir trabajando activamente en cáncer de mama, Cenbimo lucha también por la erradicación de otros tipos de cánceres y, según Alba «vamos por buen camino, en general».

La detección precoz es uno de los principales aspectos en los que incide este patólogo lucense. «cada día se está detectando el cáncer de mama más precozmente y en eso han jugado un papel fundamental las campañas de mamografías que se están haciendo», comenta.

La detección precoz de un tumor, es decir, cuando mide menos de dos centímetros, «tiene mucha incidencia en la evolución y en el pronóstico», añade, porque «se comporta mucho mejor cuando todavía es pequeño».

Los últimos años de tratamiento y de nuevas drogas contra el cáncer de mama «han sido un éxito», incide Alba, de tal forma que se están obteniendo muchos éxitos y se puede considerar «que más del 75 % de los casos de cáncer de mama hoy detectados ya se curan totalmente».

Aún así, como en todos los cánceres hay un pequeño grupo de tumores que se comportan de forma agresiva, o algunos que recidivan y se hacen resistentes a las terapias que se les estaban administrando. Por ello, y según indica Alba, en lo que se trabaja ahora es en conocer los mecanismos moleculares que hacen que esos determinados grupos de cánceres sean más agresivos, por qué lo son, que genes están expresando y por qué se hacen resistentes. «Cuando lo sepamos, cuando entendamos qué es lo que funciona mal en esos tumores con respecto a los que se curan, habremos conseguido dar un gran paso hacia la erradicación total del cáncer», señala.

En este objetivo están implicados muchos grupos científicos, unos, como Cenbimo, dedicados al diagnóstico y otros, como las empresas famacéuticas, que se encargan de generar nuevos fármacos, menos agresivos y mejor dirigidos contra la célula tumoral, para que provoquen menos efectos secundarios, datos que a veces conocen a través de las investigaciones en biología molecular.

Si se identifica un gen que está estropeado o que se sobreexpresa y que produce cáncer -a ese grupo de genes se les llama oncogenes- las empresas farmacéuticas se ponen a trabajar para generar pequeñas moléculas -nuevos fármacos- que, por decirlo de algún modo se pegan como un imán al gen que está estropeado o a la proteína que produce ese gen; e impiden su actuación. Con estos avances Jesús Alba considera que el panorama «es alentador y así hay que hácerselo llegar a las pacientes». Asegura que se está consiguiendo ganarle terreno al cáncer gracias a nuevos fármacos que están saliendo continuamente, a raíz de lograr diagnosticar aquellos errores que convierten las células sanas en cancerosas.

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