Un 70% de familias lucenses acepta donar los órganos de sus parientes fallecidos

El doctor García Novio, frente a asistentes al foro sociosanitario (Foto: Sebas Senande)
photo_camera El doctor García Novio, frente a asistentes al foro sociosanitario (Foto: Sebas Senande)

La tasa de aceptación de la donación de órganos en Lugo se encuentra actualmente en el 70% de positivos. Sólo un 30% de las familias rechaza la opción de donar los órganos de un pariente fallecido, según los datos del responsable de la coordinación de trasplantes del Lucus Augusti, el doctor Francisco García Novio, ponente en el foro sociosanitario celebrado ayer en el Hula.

Pese a que aún queda margen de mejora, en la última década se ha registrado un vuelco en cuanto a la normalización de la donación, pasando de un 50% de positivos al 70%. «El nivel de información es mucho mayor. Hoy todo el mundo sabe de qué se le está hablando, la mayor parte de la gente conoce a alguien, un familiar o amigo que es trasplantado y al que el trasplante ha mejorado profundamente su calidad de vida», explica García Novio.

No es ese el único cambio. Uno de los más evidentes ha sido propiciado por la paulatina reducción de los accidentes de tráfico y de la mortalidad por ese motivo. Pese a que se ha extendido la creencia de que esa disminución ha logrado reducir el número de donantes, el responsable de la unidad del Hula lo desmiente. «No se puede hablar de disminución, en realidad. Se ha producido un estancamiento, ha cambiado el perfil del donante y, además, ha aumentado el número de pacientes en lista de espera por un órgano porque la longevidad es ahora mayor», explica.

Hasta hace poco el donante medio era una persona joven, víctima de un traumatismo a causa de un accidente de tráfico. En la actualidad, se trata de una persona mayor que ha sufrido un accidente cerebrovascular.

García Novio señala que los resultados siguen siendo buenos cuando el paciente es un anciano frente a lo que venía siendo hasta ahora el donante estándar, una persona joven. Si bien reconoce que la edad deja huella en los órganos, destaca que no se percibe un incremento de rechazos o de problemas que pudieran estar asociados a la recepción de un órgano de una persona de edad.

Donante vivo

Se percibe un aumento de los trasplantes de donante vivo, fundamentalmente de riñón, aunque también se dan casos de donaciones de fragmentos hepáticos. «En España se hicieron en el año pasado 240 trasplantes de riñón de donante vivo. Un poco más del 10% del conjunto de los trasplantes de riñón fueron de donante vivo», indicó el facultativo. En el hospital coruñés, centro de referencia para Lugo, fueron 16 estos casos a lo largo del pasado ejercicio.

Evidentemente, el perfil más habitual del donante vivo es el de un familiar directo. «Lo más frecuente es de padres a hijos y, más concretamente, de madres a hijos. El requisito es que sea compatible y que sea una persona sana», explica García Novio, al tiempo que señala que los riesgos para el donante son mínimos. «Según las estadísticas, su supervivencia es exactamente la misma que las personas del grupo de control», apunta.

La posibilidad de donar a un ser querido un órgano sin arriesgar la salud ha abierto una puerta de esperanza a muchos enfermos, pero ha supuesto también frustración para aquellos familiares que, deseándolo, no tienen órganos compatibles con su pariente enfermo. «De todas formas, existen técnicas que permiten que una persona que no es compatible a priori pueda llegar a serlo y también se puede recurrir a las donaciones cruzadas», apunta el responsable de coordinación de trasplantes del Hula.

La donación cruzada, una opción también reciente, supone poner en contacto a dos parejas de donante vivo-receptor, por ejemplo, dos padres y sus hijos que son incompatibles entre si, pero compatibles de forma cruzada. «No es una práctica frecuente, pero sí relativamente habitual», indica el doctor García Novio.

El foro sociosanitario celebrado ayer reunió a una treintena de personas en el salón de actos del Hula, al que acudió tanto personal sanitario del hospital como pacientes interesados en la donación de órganos. Está organizado por la comisión de docencia del centro.

LUGO
Córnea, médula y fragmento de hueso
Lugo no tiene unidad de trasplantes de órganos sólidos y las únicas operaciones de ese tipo que se realizan en el Lucus Augusti son las de tejidos.

Así, en el centro lucense se realizan trasplantes de córnea, de fragmento de hueso (el más frecuente), de membrana amniótica y de médula ósea. En los dos primeros casos, se trata de intervenciones posibles gracias a un donante fallecido, mientras que en el tercero el donante es el propio receptor.

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