Tardan once años en juzgar a un hombre que intentó robar una calculadora

A nadie se le escapa que la Justicia no se caracteriza por su rapidez, pero esperar más de una década para rendir cuentas por un robo -que ni tan siquiera llegó a culminarse- resulta excesivo. Eso es lo que le pasó a un leonés de 54 años de edad, con iniciales E.T.R., que acaba de enfrentarse a un juicio en el Penal número 2 de Lugo por intentar robar una calculadora hace once años.

Los hechos ocurrieron sobre la una de la madrugada del 8 de febrero de 2002, cuando el acusado se dirigió a la oficina de una empresa, sita en la Calzada das Gándaras, y rompió los cristales de una puerta lateral del local. Una vez dentro , arrancó un cuadro de alarma y un detector, así como un cuadro de acceso a internet. Acto seguido, se apoderó de una calculadora y un disco duro externo.

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