Miguel Carballo, podólogo de vacas, se llevó el susto del siglo el pasado lunes cuando descubrió que había desaparecido de su furgoneta, aparcada en la rúa Mazaira, en el barrio de A Piringalla, el potro de herraje con el que trabajaba, un aparato valorado en 7.000 euros con el que podía desarrollar su trabajo de podólogo vacuno.
El robo ocurrió el lunes de madrugada y, pese a haber presentado denuncia en la Policía, todavía se desconoce quiénes pudieron ser los autores.
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