El fin del conflicto con la Policía Local, que tanto disgustos dio al gobierno de José López Orozco durante el pasado mandato y que el alcalde cerró en este cediendo a las reivindicaciones del sindicato CSIF, no supuso la paz laboral en el Concello de Lugo.
CC OO y CIG tomaron el relevo en las presiones al gobierno local, en parte -aunque no solo- debido a lo que consideran políticas de favor a trabajadores afiliados a CSIF.
Ambos sindicatos presentaron denuncias penales contra el gobierno local por lo que consideran uso ilícito del
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