Una vez más, y ya van cinco, fue suspendido este miércoles el juicio por la muerte de dos deportistas lucenses cuando participaban en un descenso organizado por los cañones del río Mandeo, en la provincia de A Coruña. Las familias de los fallecidos no pudieron ocultar su enojo porque 11 años después del accidente aún no se ha resuelto judicialmente el caso.
Esta vez la suspensión se debió a que el personal del juzgado de instrucción número dos de Betanzos (A Coruña), que lleva el caso, se olvidó de citar a una de las demandadas, la empresa especializada en deportes de aventura en la que trabajaba el monitor que guiaba al grupo del que formaban parte los fallecidos. El juicio se ha fijado para el próximo de 29 abril.
El letrado de los padres de uno de los fallecidos, Miguel López, atribuyó este miércoles esta nueva suspensión a un "error judicial".
Los dos deportistas, de 27 y 36 años de edad, perdieron la vida en agosto de 1999 cuando realizaban un descenso de cañones, junto a 13 compañeros. Entonces les arrastró el caudal, cuyo nivel aumentó al abrir las compuertas la presa de la minicentral eléctrica que hay en el río Mandeo. Dos años antes había fallecido ahogado un bañista en una situación similar.
Los abogados de las dos familias de las víctimas le imputan una falta de imprudencia grave al monitor que dirigía al grupo y al responsable legal de la eléctrica. Además, reclaman una indemnización conjunta que supera los 300.000 euros.
