Soluciones de andar por casa

Jubilados de Albeiros se reúnen por las tardes al abrigo de una marquesina ante la falta de un local social, infraestructura demandada por la asociación de vecinos. Este colectivo utiliza la cristalera de una peluquería como tablón de anuncios. Estas improvisadas alternativas son posibles gracias al ambiente de pueblo que se vive en el barrio, donde mucha gente se conoce.

JUBILADOS en su lugar de reunión
"Vimos á marquesina ao non ter local"

«algún día non se colle aquí. Tiña que ser máis grande, pechado e con calefacción», comenta con ironía Marcelino Torres, de 66 años, uno de los jubilados de Albeiros que frecuenta la marquesina situada entre las calles Monte Faro e Illas Canarias. Es el improvisado punto de reunión de la gente mayor. «Hai domingos nos que non se colle aquí. Xuntámonos na marquesina porque non temos local social», agrega. Esta infraestructura es una de las reivindicaciones de la asociación de vecinos albeirense. Mientras que esta aspiración no se hace realidad, los ancianos prefieren este punto de reunión al cercano parque de Frigsa. «Aquela zona é máis fría e teríamos que atravesar a rúa. Saímos da casa para aquí, porque nos queda máis cerca», comenta Manuel Fernández, de 83 años. Este último llegó a Albeiros en 1956, «cando só había camiños de terra e hortas neste entorno». El barrio «medrou unha enormida de dez anos a esta parte», destaca, sobre todo en las zonas colindantes con los barrios de A Piringalla y Garabolos.

El crecimiento urbanístico trajo consigo la creación de calles y mucha más población, pero este factor no redujo en exceso la sociabilidad. Los vecinos de siempre se conocen entre sí, incluso en zonas más habitadas como Monte Faro o Illas Canarias, «pero xa non temos tanto trato coa xente que vive nos novos edificios», aclara Marcelino Torres, quien matiza que el parón de la construcción provocó que en algunos solares «medren as silvas».

Manuel Fernandes y su esposa, Marcelina, comparan el presente con el pasado todavía reciente. Las abandonadas casas de O Curro son un reflejo de la vieja forma de vida. «As súas vacas pastaban por aquí e os veciños do barrio mercabámoslle o leite», recuerdan.

PELUQUERÍA MT, punto de información:
"Somos o tablón de anuncios veciñal"

instalar un negocio en el barrio donde naciste y seguir con tus amigas de toda la vida constituye un ejemplo de fidelidad a un entorno. Es el caso de la vecina de Albeiros Teresa Franco, que con su socia Montse González, regenta la peluquería MT en la calle Illas Canarias. Ambas cuentan con la ayuda de una empleada.

El local es algo más que un centro de belleza. Sirve también de punto de información de la asociación de vecinos. «Somos o tablón de anuncios veciñal. Cando fan algunha actividade, as directivas sempre deixan aquí un cartel ou unha nota».

«É unha forma de colaborar coa xente do barrio e facémolo moi a gusto», explica Franco, antes de matizar en tono de broma que «unha cousa é servir de punto de información e outra ser un centro de chismorreo. Aquí eso non se leva».

El último aviso invita a participar a una comida de antiguos alumnos del colegio de Albeiros hace más de veinte años. «Antes de que se fíxese o colexio, a finais dos anos setenta, recibíamos clases en varios baixos desta zona», recuerda una de las mujeres presente en el local.

Esta peluquería es un lugar de referencia, «como se fóra o negocio dun pobo, e non dunha cidade. Veñen moitas veciñas, pero tamén contamos con clientas que viven lonxe, incluso ao outro estremo lado de Lugo», precisa Teresa Franco, a la vez que señala a la chica que peina en ese momento como prueba de esa afirmación.

Aunque esta peluquera de Albeiros se muestra «encantada» con la respuesta del barrio, su negocio nota la crisis, como cualquier otro. «Sería bo ter un pouco máis de movemento, pero non nos queixamos», dice su socia, Montse González, quien apunta que la clientela baja un poco a última hora de la tarde.

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