Un lucense de 43 años de edad se enfrenta a una condena de cuatro años y tres meses de cárcel por robar dos matrículas, colocarlas sobre la placa de su turismo y repostar en cinco gasolineras sin pagar el importe. El hombre -que fue acusado de un delito de robo con fuerza y otro de falsedad en documento oficial- iba a ser juzgado ayer en el Penal número 1 de Lugo, pero el juicio se suspendió.
El ministerio público explica que el acusado alquiló una plaza de garaje en la calle Rafael de Vega y cuando acabó el contrato de compra se quedó con el mando de la puerta de entrada. Posteriormente -en el mes de enero de 2010 y entre los días 18 y 21 de abril del mismo año- entró al citado garaje en dos ocasiones y se apoderó de las placas de matrícula de dos coches.
