Los trabajos de restauradción y musealización de la piscina romana de Santa María se abrirán hoy al público para que los ciudadanos puedan descubrir cómo es la pileta, que hasta ahora sólo pudieron ver a través de fotografías.
Los vistosos mosaicos sitúan la construcción de la piscina en el siglo III, pero de momento se desconoce si fue una pila baustismal o parte de unas termas, ya fueran públicas o privadas, porque no hay información arqueológica sobre su entorno.
La pileta mide 3,5 por 1,80 metros, tiene una capacidad de 4.000 litros y dos ábsides, y se cubrió con una carpa para poder trabajar mejor en su recuperación y para protegerla de las inclemencias meteorológicas.
Sin embargo, hoy la zona estará abierta desde las nueve de la mañana a las ocho de la tarde a todo aquel que desee ver los restos arqueológicos y cómo el personal de la empresa Terra Arqueos trabaja en su recuperación. El proyecto de puesta en valor lo realizó la firma Tomos.
Cuando finalice su restauración, la piscina se podrá ver a través de un vidrio que se rodeará de bolardos y se completará con un panel informativo.
Este enclave pasará a formar parte de la ruta de ventanas arqueológicas de la ciudad, que el Concello divulgará con una guía, según explicó la concejala Sonia Méndez. La de la Rúa Nova, que estaba tapada debido a los sucesivos actos de vandalismo, se abrirá de nuevo con un vidrio más resistente, una videocámara y un panel explicativo. A ellas se sumará la del acueducto romano, en San Marcos, que se creará este año, y las ya existentes ya en locales privados, como comercios y establecimientos hosteleros.
