Retiradas concesiones de puestos de la Plaza por falta de actividad

Plaza de abastos, una tarde de esta semana (Foto: J. Vázquez)
photo_camera Plaza de abastos, una tarde de esta semana (Foto: J. Vázquez)

El Concello de Lugo ha empezado a aplicar a rajatabla la ordenanza que regula el funcionamiento de la plaza de abastos y del mercado de Quiroga Ballesteros y está retirando las concesiones a aquellos propietarios que mantienen los puestos cerrados, según confirmó el concejal de servicios generales, Francisco Fraga.

La actual ordenanza de la plaza establece que los puestos de venta no pueden estar cerrados más de diez días comerciales consecutivos o de treinta días naturales, pero algunos propietarios de concesiones llevan meses e incluso años incumpliendo la norma.

En la mayoría de los casos, los cierres se deben a enfermedad o a jubilación por edad de los comerciantes, que cuelgan en sus puestos carteles de se traspasa o se alquila. Sin embargo, en muchos casos, el cambio de tendero no llega a producirse y los puestos siguen sin actividad.

En este momento, en la Plaza hay al menos cinco locales en esa situación y algunos más que no tienen cartel pero están cerrados o en obras. En el mercado de Quiroga Ballesteros, la ocupación es casi plena.

El Concello aprobó este año una nueva ordenanza -entrará en vigor en las próximas semanas, cuando se publique en el Boletín Oficial de la Provincia-, en la que se flexibilizan las condiciones. Los puestos podrán permanecer cerrados hasta seis meses si la causa es justificada.

A la vez, con el fin de estimular la apertura de locales, se reduce el tiempo de las concesiones fijas y se crea una modalidad temporal. Las primeras pasan de los 35 años actuales a 25, más una prórroga de diez. Además, hay la opción de solicitar una adjudicación de dos años, de prueba, con una prórroga de otros dos y la posibilidad de derivar en concesión definitiva.

El Concello prepara, además, otros cambios para dinamizar la Plaza y el mercado. Uno de ellos sería la implantación de horario continuo, de siete de la mañana a ocho de la tarde. Actualmente casi todos los puestos cierran entre las dos y las tres de la tarde y muchos ya no vuelven a abrir.

Al mismo tiempo, la administración local tratará de impulsar un servicio de compra telefónica, que en otros mercados, como el de Santiago, funciona muy bien, explicó Fraga. Una o varias personas se encargarían de tomar nota de los pedidos, de hacerse con los productos en los distintos puestos y de llevar luego la compra a los domicilios. «Apoiarémonos no plan Urban para que lles custe o menos posible aos comerciantes, pero é imprescindible a súa implicación. Con algúns xa falei e gústalles a idea», asegura Fraga.

Plaza

  • Nuevos usos para los bajos

El Concello contempla también dar nuevos usos a los bajos de la Plaza de Abastos, donde productores lucenses ofrecen su cosecha los martes y viernes por la mañana.

  • Miel

El Concello ya acordó con los apicultores trasladar a ese lugar la feria de la miel que hasta ahora se celebraba en A Soidade, bajo una carpa que se quedaba pequeña. Además, habrá dos citas anuales. El Concello prevé llegar a acuerdos con otros colectivos.

NOVEDADES
Acaba de abrir una pizzería, se prepara una ferretería y se solicitó un tarot

Las condiciones para abrir y mantener puestos en la Plaza se flexibilizarán con la nueva ordenanza, pero en el último año el Concello alquiló algunos puestos de forma provisional, mientras se tramitaba la norma, al recibir varias solicitudes.

Esta misma semana abrieron dos nuevos negocios en el mercado de Quiroga Ballesteros: un puesto de venta de pasta fresca y otro en el que se cocina. El promotor es el italiano Leonardo Zordan, que ya regenta una pizzería en la Rúa Miguel de Cervantes. El local se llama Mangiarte y supone un nuevo atractivo del mercado, ya que hasta ahora solo había una cafetería y churrería.

A unos metros, en el local que durante años ocupó la Droguería Guerra, abrirá en los próximos meses otro establecimiento de hostelería, una cafetería y tapería en la que se ofrecerán productos adquiridos en el propio mercado, explicó el concejal Francisco Fraga.

Casi enfrente, también bajo los soportales de la Rúa Quiroga Ballesteros, otro local se reformó para dar un giro al negocio de calzado que acoge desde hace décadas. Se llama La Zapatillería.

También en la Plaza hay cambios. El Concello recibió una solicitud para abrir una ferretería y, en la entrada desde Santo Domingo, el local de Charcudos permanece en este momento vacío y en obras.

El Concello ha recibido en los últimos meses alguna otra solicitud curiosa, por ejemplo, para la apertura de un negocio de tarot en la Plaza, pero ese uso no está contemplado.

Comentarios