la última vez que el Castastro revisó los valores de los inmuebles del Concello de Lugo fue en 1998, y de momento no hay fecha prevista para una actualización, en ninguna de sus fórmulas (total, parcial o con coeficientes de actualización), pero eso no garantiza que el contribuyente no pueda ver incrementado el recibo del Ibi. Numerosos lucenses se están llevando sobresaltos al recibir requerimientos del Concello para poner en orden sus bienes. Son resultado de regularizaciones de oficio que el Ayuntamiento lleva a cabo merced al convenio que tiene con la Dirección General del Catastro para registrar construcciones que no están dadas de alta o para comunicar alteraciones en las existentes, que casi siempre suponen un aumento del valor catastral. Y en consecuencia, un incremento del impuesto a pagar y de la recaudación municipal.
Uno de los lugares que el Concello revisa actualmente es Montirón, en concreto, la urbanización Irmáns Pedrosa, un poblado de los años sesenta de casas muy modestas que, en algunos casos, han sido reformadas o ampliadas en los últimos años.
Subida al pasar de rústico a núcleo
Muchos lucenses se están llevando sorpresas con la contribución por otro motivo: el PXOM. La entrada en vigor del nuevo plan de urbanismo en el 95% del territorio lucense implicó que propietarios de fincas que antes eran rústicas y han pasado a núcleo rural hayan visto incrementado sustancialmente el valor de su parcela y, en consecuencia, el recibo del Ibi.
