A veces le cuesta pero, para bien y para mal, cuando el sistema se pone en movimiento es imparable. Aunque eso suponga muchas veces matar moscas a cañonazos. Este puede ser el caso de un juicio que se inició ayer en Lugo, en el que dos hombres están acusados de robar ocho latas de Coca-Cola y una caja de chocolatinas.
Sin embargo, no por ser un delito de poca monta se escatimaron esfuerzos: la principal prueba policial aportada por la acusación es un análisis de ADN. La condena a la que se arriesgan tampoco es menor: año y medio de prisión para cada uno por un supuesto delito de robo con fuerza en las cosas. Todo por un botín valorado en 13,55 euros.
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