Raquel Arias, delegada de la Xunta de Galicia en Lugo, culpó este jueves al anterior gobierno del bipartito de los problemas con las obras del colegio Luis Pimentel de Lugo. "Había un proyecto adjudicado por el bipartito y, cuando llegué a la delegación, los padres se reunieron conmigo para tratar los problemas porque todo se había hecho a sus espaldas", aseguró.
La delegada de la Xunta en Lugo aseguró que atendió las reclamaciones de los padres, ya que consideró "lógica y justa" la preocupación que mostraron por la seguridad de sus hijos. En este sentido, Arias aseguró que la Xunta hace todo lo posible para satisfacer sus peticiones.
De todos modos, la delegada territorial defendió también que no hay lugar para la alarma, ya que los técnicos encargados de la obra certificaron en todo momento que las medidas de seguridad que se habían adoptado eran las adecuadas y quiso dar el tema por zanjado. "Es una situación que ya está resuelta y la seguridad está totalmente garantizada", señaló.
Arias espera que los padres no continúen con sus protestas, ya que los beneficios que los estudiantes obtendrán cuando finalicen las obras serán "mayores", aseguró, que las molestias ocasionadas por los trabajos.
Una de las principales reclamaciones de los padres movilizados era que los técnicos certificasen por escrito que no existe riesgo alguno para los niños, informe oficial que se remitirá a la dirección del centro educativo. En caso de que no se reciba, los padres ya comunicaron que el lunes 21 de septiembre se manifestarán de nuevo, como ya ocurrió el pasado martes 15.
En esta ocasión, la marcha será legal, ya que Rubén Méndez, portavoz de los padres, presentó este jueves un escrito en el Subdelegación de Gobierno para que la convocatoria cuente con la autorización pertinente.
En esta ocasión, el portavoz de los padres dijo que espera que se cumplan las promesas que les han realizado para no volver a sentirse "engañados", dijo, como ocurrió el miércoles, cuando comprobaron que los obreros habían acudido de nuevo a sus puestos de trabajo.
Voto de confianza
La normalidad regresó este jueves al colegio Luis Pimentel, ya que los padres permitieron que sus hijos acudieran de nuevo a clase, aunque algunos de los afectados decidieron esperar a recibir el certificado de seguridad para que sus hijos regresen a las aulas.
En este sentido, Raquel Arias se mostró satisfecha, ya que aseguró que los niños no pueden ser los perjudicados en este asunto y no es conveniente que pierdan el ritmo de clase.
Antonio Balea, presidente de la ANPA del Luis Pimentel, comentó, por su parte, que el centro recuperó "afortunadamente" su ritmo de trabajo habitual. Además, restó importancia a la recepción del certificado oficial de seguridad, ya que comentó que le "es suficiente" con las palabras de los técnicos encargados de la obra. "No me importa mucho el informe de seguridad, ya que contamos con la palabra de los técnicos que aseguran que no hay riesgo. Somos personas y confiamos en las personas", comentó.