La calle Quiroga Ballesteros entre Bolaño Rivadeneira y Santo Domingo será peatonal. El Concello contrató el viernes el diseño de ese espacio y el departamento de ingeniería trabaja en el proyecto de los servicios generales, según informó ayer el concejal de urbanismo y portavoz del gobierno local, Luis Álvarez. La propuesta de reurbanización de la calle la hará un equipo de arquitectos coordinado por Ángeles Castro con un presupuesto de 9.559 euros.
EN ESTUDIO
Túnel de Santo Domingo a la Plaza
- El Concello comenzó hace unos meses un estudio para ver si es viable hacer un túnel peatonal para unir el párking de Santo Domingo y la plaza de abastos, pero el portavoz del gobierno local indicó ayer que todavía no hay ninguna decisión tomada.
Carril do Son
- El Concello también proyecta tirar varias edificaciones para unir el Carril do Son con Santo Domingo por detrás del convento de las Agustinas.
A FAVOR: Juan Carlos Cruz, carnicero y hostelero
''Se ofreces algo que gusta, a xente vai igual andando''
Juan Carlos Cruz preside la asociación de comerciantes de la plaza de abastos, pero sobre la peatonalización de la Rúa Quiroga Ballesteros habla a título personal. Regenta una carnicería en la plaza y es propietario de la tapería O Mercado, justo enfrente, y cree que la peatonalización puede ser un revulsivo para la plaza, el mercado y el resto de negocios de la calle. «Se ofreces algo que gusta, a xente vai igual, aínda que sexa andando. Demostrouse noutras zonas da cidade», afirma, aunque es consciente de que no todos los comerciantes opinan como él.
EN CONTRA: Marcos García, pescadero
''Será nefasto, el 70 u 80% de los clientes vienen en coche''
Marcos García, de Pescados Maribel, lo tiene claro. Peatonalizar la calle Quiroga Ballesteros será «nefasto» para la plaza de abastos. «El 70 o el 80% de los clientes vienen en coche, sobre todo aquellos que compran cantidades importantes. Cuanto más se limite el acceso al centro, más gente se irá a otro lado», afirma. «La gente cada vez quiere las cosas más cómodas, llegar con el coche a los sitios y poder aparcar. En Lugo, cuando caen cuatro gotas todo el mundo saca el coche», dice.
