cerca de 300 alumnos de la capital lucense utilizan los comedores escolares que dependen del Concello y una cifra incluso mayor participa en las actividades extraescolares que también organiza la Administración local. Para muchas familias, suponen un recurso vital para poder cuadrar sus horarios laborales con los escolares. Sin embargo, este sistema de conciliación está ahora en el aire porque la Ley de Racionalización y Sostenibilidad de la Administración Local, aprobada a finales de 2013, atribuye las competencias en educación, incluidas las actividades complementarias en centros docentes, a la Administración autonómica y estatal. Los municipios pierden la potestad de ofrecer estos servicios, que en el caso de Lugo afectan a varios cientos de familias.
En la actualidad, el Concello gestiona a través de una empresa concesionaria los comedores de diez centros públicos, que pagan las propias familias y que utilizan 280 alumnos este curso. La misma empresa se ocupa de las actividades extraescolares, que son gratuitas para los usuarios y se ofertan en un total de 16 centros. El abanico de posibilidades se completa con el servicio de cuidado antes de que empiecen las clases, que puede incluir el desayuno, una opción para los padres que empiezan su jornada muy temprano.
El conjunto de esta oferta es vital para facilitar la conciliación familiar, reconoce la portavoz de la Federación de Anpas de Centros Públicos de Lugo (Fapacel), Elvira Lombao, y dejarlas en el aire supone un motivo de preocupación para muchas familias que no tienen posibilidad de adaptar su horario laboral al horario escolar ni cuentan tampoco con personas de confianza que puedan hacerse cargo de los niños fuera de las horas estrictamente lectivas.
Nueve centros se benefician
Los centros que tienen comedor dependiente del Concello son: Anexa, Rosalía de Castro, Albeiros, Luis Pimentel, Menéndez Pelayo, As Mercedes, Paradai y Sagrado Corazón. En el colegio Casás solo se ofrece servicio de desayuno. Estos colegios también ofrecen las actividades extraescolares del Concello, junto con A Ponte, Virxe da Soedade, Quiroga Ballesteros, Manuel Mallo, Escuela Infantil Fingoi número 2, Aspnais y el colegio Santa María.
