Los psiquiatras infantiles del Hula atienden cada año 260 nuevos pacientes

Paciente en la unidad. SEBAS SENANDE
photo_camera Paciente en la unidad. SEBAS SENANDE

Una media de 260 niños se convierten cada año en pacientes de la unidad de Salud Mental Infantojuvenil del Lucus Augusti, una cifra que se mantiene estable en los últimos cinco años con escasas variaciones: en 2010, fueron 281 los nuevos pacientes, un número casi idéntico al del 2006. La única oscilación relevante se produjo en 2007, cuando las nuevas consultas bajaron hasta las 216.

La mayoría de los casos llegan a la consulta remitidos por el colegio o el pediatra, son los pedagogos del centro o los facultativos los que recomiendan a los padres llevar a sus pequeños a la unidad, donde sólo se tratan pacientes de 0 a 16 años. A partir de entonces, los chicos pasan a la consulta de adultos.

«Nuestros pacientes tienen entre 5 y 14 años de edad, aunque el grueso se concentra en los 8 ó 9 años. La mayoría son niños. De siete pacientes que vemos cada día, hay dos niñas por cada cinco niños», explica Yolanda Carballeira, especialista en Psiquiatra Infantil.

Pese a que el número de nuevos casos se ha mantenido estable en los últimos años, los profesionales sí perciben un cambio en las razones de las primeras consultas: un aumento del Trastorno de Déficit de Atención con Hiperactividad. La sospecha de que se padece ese trastorno es, hoy en día, el principal motivo por el que un niño llega a la unidad de Psiquiatría Infantil.

“La gran mayoría llegan por hiperactividad, impulsividad...un niño que se mueve mucho en clase, que no atiende cuando se le habla, muy inquieto. Sin embargo el aparente Tdah puede esconder muchas otras cosas y, en muchos casos, el diagnóstico es diferente, desde niños psicóticos a trastornos afectivos», explica la doctora Carballeira.

La especialista en Psiquiatría Infantil cree que ese aumento en el número de casos de Tdah, está relacionado con los cambios en la función de los padres, las expectativas que hay sobre los pequeños y la decadencia de la autoridad. Se estimula más a los niños para que desarrollen todas sus potencialidades en todos los campos, desde el colegio al tiempo libre. «El niño actual, generalmente muy estimulado cognitivamente, puede tener un apego especial con los padres, a veces tiránico, emergiendo dificultades muy actuales que son la inquietud y problemas con los límites, que hay que diferenciar de la hiperactividad. Tambien el déficit de atención puede aparecer en este contexto, ya que el niño tan estimulado cognitivamente tiene dificultades en centrar su atención en una sola cosa, con tanto estímulo puede encontrarse más disperso», apunta la especialista.

Carballeira reconoce que, en ocasiones, la valoración de la inquietud del niño responde al nivel de tolerancia de los padres y recuerda que puede deberse a mera curiosidad. «A los tres años es normal que un niño se mueva mucho, que sea inquieto. Si a los diez años se mueve mucho hay que ver si hay sufrimiento», puntualiza.

También reconoce que han llegado a la consulta casos que acaban por revelar problemas de otra índole, pero no psiquiátrica. «Puede ser el caso de un niño que presenta problemas en los estudios, pero que que sus dificultades son puramente escolares, de organización escolar, y no psiquiátricas», apunta.

Niñas

Las niñas pacientes de la unidad suelen presentar un perfil diferente del de los niños. Aunque las edades más frecuentes no cambian, sí lo hace el motivo de consulta. Entre ellas, se dan más casos de ansiedad, trastornos obsesivos, déficit de atención o depresión. «Son niñas de las que te dice la madre que está distraída siempre, que le hablan y no sabe lo que se le ha dicho. También hay casos de ansiedad, de niñas que temen que les pueda pasar algo a sus padres, por ejemplo», dice la psiquiatra.

El Tdah es un trastorno que agrupa a personas con distintos cuadros clínicos, en algunas predominan los síntomas de inatención y en otras, los de hiperactividad e impulsividad. También existen pacientes en los que se dan ambos. Entre las niñas que acuden a la unidad de salud mental del Lucus Augusti se dan más los primeros, aunque, tal y como insiste la doctora Carballeira, pueden propiciar confusiones y esconder patologías como una depresión.

Alimentación

Pese a que la adolescencia suele verse como una época de tribulaciones, lo cierto es que la unidad de Salud Mental Infantojuvenil tiene muy pocos pacientes de esas edades. También resulta llamativo que ninguno de los casos sean por trastornos de la alimentación.

La unidad cuenta con una especialista en Psiquiatría Infantil -que logró su especialidad en Suiza porque el Ministerio de Sanidad español no creó la especialidad hasta este año- una psicóloga y una enfermera.

  • Tdah, tratada de por vida. Al igual que en las primeras consultas, en las revisiones, pacientes que acuden por seguimiento de una enfermedad ya diagnosticada y en tratamiento, la patología más frecuente es el Tdah. «Algunos llevan años viniendo a revisiones. De hecho, algunos especialistas ya están hablando del Tdah como enfermedad crónica, que debe ser tratada a lo largo de toda la vida», señala la psiquiatra infantil Yolanda Carballeira.
  • 1.919  fueron las revisiones que realizó durante el año pasado la unidad de Salud Mental Infantojuvenil del Lucus Augusti.

UNIDAD
Las ideas suicidas son el motivo más frecuente de ingreso
Los casos en los que se recomienda hospitalización son escasísimos cuando se trata de menores

La unidad de Salud Infantojuvenil del Hula trabaja en consultas y no tiene área específica de hospitalización. La especialista en Psiquiatría Infantil señala que los ingresos en el caso de menores son muy escasos. Cuando se producen, los chavales son hospitalizados en Pediatría, aunque algunos han ido a otros centros, como uno de los más recientes que fue ingresado en la unidad del hospital Niño Jesús de Madrid.

Los motivos más frecuentes de hospitalización son «descompensación psicótica, manifestada en comportamientos como habla incoherente o delirios, y las ideas suicidas», apunta la doctora Yolanda Carballeira.

La unidad infantil del Complejo Hospitalario Universitario de Santiago de Compostela es, desde hace poco, la de referencia para Lugo, de forma que los ingresos futuros previsiblemente sean allí. De cualquier forma, se tiende a que sean los menos posibles.

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