Portarse bien para vivir mejor

¿Qué tiene que ver el compromiso de un grupo de ciudades en la lucha contra el cambio climático con la decisión de un Ayuntamiento de involucrar a sus vecinos en la elaboración de un plan urbanístico? ¿O la recuperación de un poblado chabolista con la conservación de un área de interés etnográfico? Todas esas ideas son buenas prácticas con certificado, han pasado el minucioso filtro del Comité Hábitat Español y han optado a los doce premios internacionales que se conceden en Dubai y que distinguen al proyecto que mejor ha sabido mejorar las condiciones de vida de los afectados.

El Colegio de Arquitectos de Lugo acoge desde este miércoles una exposición en la que se da cuenta de todos los proyectos que, desde España, optaron a uno de los premios el año pasado. El premiado fue la Red Española de Ciudades por el Clima, una iniciativa de la Femp, en la que el consistorio lucense está involucrado y que tiene como objetivo lograr implantar una adecuada gestión ambiental y promover compromisos reales en el freno del cambio climático. Así, los ayuntamientos deben asegurar que, entre otras muchas acciones, aprobarán ordenanzas municipales para promover la energía solar térmica en nuevos edificios y en el alumbrado público.

Tal y como explicó el comisario de la muestra y miembro del Comité Hábitat, Justo García Navarro, las buenas prácticas no se ciñen exclusivamente al urbanismo, pese a que en ese campo el programa es muy conocido. "Las áreas temáticas incluidas en el concurso van desde la vivienda, hasta la lucha contra la exclusión social o el entorno natural", explicó, al tiempo que puntualizó que son las iniciativas que tocan varias áreas las mejor valoradas. "Un proyecto de recuperación de viviendas, que dé trabajo y que acabe alojando a colectivos desfavorecidos sería un buen ejemplo. No sólo se fija en la vivienda, también en los aspectos sociales", apuntó.

Por su parte, José Luis Nicolás Rodrigo, consejero técnico de la Dirección General de Urbanismo y Políticas de Suelo del Ministerio de Vivienda, señaló que el Comité Hábitat funciona de forma muy efectiva por lo que las buenas prácticas tienen gran difusión.

Explicó que España se benefició de la "cultura planificadora" que se implantó en cuanto al urbanismo.

"En España somos muy planificadores, lo que no quita que haya habido otras fuerzas que hayan impedido que las cosas hayan ido por donde tenían que ir, como la presión turística en las costas o la corrupción", apuntó. Pese a todo, considera que el país debe estar "orgulloso" de su urbanismo en términos generales.

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