Dos jóvenes se enfrentan a una pena conjunta de doce años de prisión tras ser acusados cada uno de un delito de robo y de lesiones, cometido supuestamente en el hipermercado Carrefour.
El juicio, previsto para ayer en el Penal número 2, fue suspendido al no comparecer uno de los acusados, sobre el que el juez dictó auto de detención e ingreso en prisión con el fin de garantizar su asistencia al próximo señalamiento.
Para llevar a cabo el supuesto robo del que los acusa el fiscal, uno de los acusados se quedó en el coche, estacionado al lado de la puerta de emergencia, y el otro se dirigió al centro comercial donde, valiéndose de unos alicates que estaban a la venta, introdujo en una bolsa, tras quitarle las alarmas, una consola PS3, otra PSP y varios videojuegos, todo ello valorado en 966,50 euros.
Posteriormente, según el fiscal, el supuesto ladrón salió por la puerta de emergencia y se montó en el coche. Uno de los empleados de Carrefour trató de detener el vehículo, situándose en medio de la trayectoria. Sin embargo, los acusados no hicieron caso e incluso, supuestamente, golpearon al empleado en un brazo con el coche.
Los jóvenes fueron detenidos y la mayoría de los artículos -salvo la PSP y un video-juego- fueron encontrados por un pescador a orillas del Miño, donde habían sido escondidos, quien los entregó después a la Policía.
