La polémica ordenanza de civismo elaborada por el Ayuntamiento de Lugo con el objetivo de acabar con problemas como el fenómeno del botellón o la prostitución en la calle y que contemplaba sanciones de hasta 3.000 euros está actualmente paralizada, según admitió ayer el concejal José Rábade. El edil, que en octubre de 2009 presentó la normativa como un instrumento para acabar en seis meses con el consumo de alcohol en la calle, explicó que el gobierno local decidió no seguir adelante con la ordenanza tras el anuncio de la Xunta de que se tramitará una ley en el Parlamento gallego sobre el consumo de bebidas alcohólicas. «O lóxico era esperar a que se publicase para adaptar logo a ordenanza», comentó.
El edil de protección a la comunidad no aportó sin embargo soluciones a problemas como el denunciado por los hosteleros de A Tinería, que alertaron de un repunte de la prostitución en el barrio. Rábade declinó asumir responsabilidades y las descargó en la forma de planificar las obras de recuperación que ejecuta la Xunta. «Cando se plantexa unha rehabilitación así hai que ter en conta tamén os aspectos sociais», comentó el edil, que también definió A Tinería como un barrio inacabado.
Sin embargo, la decisión del gobierno local de paralizar la ordenanza no fue comunicada hasta ahora ni a los grupos de oposición ni a los colectivos a quienes fue presentada en su día para que trasladasen alegaciones. El concejal del BNG Xosé Chorén explicó ayer que los nacionalistas presentaron varias propuestas de las que aún no han recibido respuesta por parte del Concello. Asimismo, el popular Enrique Rozas también lamentó ayer la paralización de esta normativa, a la que su grupo presentó alegaciones relacionadas con la publicidad en la calle o la regulación de la mendicidad.
