Papá estado no corre con nós

La Marca Lugo (Foto: Pepe Álvez)
photo_camera La Marca Lugo (Foto: Pepe Álvez)

PROBABLEMENTE haya pocos activos que coticen tan poco en el mercado hoy como la Marca Lugo; tal vez, solo la Marca España esté más deteriorada. Se lo debemos, básicamente, a los múltiples macrosumarios que tienen la ciudad como epicentro, tengan que ver al final con Santiago, con Ourense o con Arzúa. Aquí todos son bien recibidos.

Para compensar, hay dos activos que sí suman realmente: el Breogán, por historia y perseverancia, y el CD Lugo, por las circunstancias. Poco más podemos exhibir ante el país fuera de las noticias de sucesos, porque lo de la muralla y lo del supuesto paraíso gastronómico no ha cuajado más allá de Pedrafita.

En estas circunstancias, es normal que los dos principales clubes deportivos demanden ayudas oficiales de nuestras instituciones, que nunca se las han negado. En especial las dos locales, porque con la autonómica ya se sabe que si no eres vigués o coruñés con La, lo que te queda es ajo y agua.

Yo creo que ambos clubes merecen un esfuerzo de Concello y Diputación, porque al fin y al cabo se trata de invertir dinero público en un bien común. Pero otra cosa muy diferente es que el dinero público tenga que convertirse en la única tabla de salvación, porque estamos en unos momentos en los que las prioridades se multiplican.

Es la sociedad civil, todos nosotros, la que tiene que dar un paso al frente y decidir si quiere mantener a los equipos lucenses en las máximas categorías deportivas, lo que implica compromiso, cada uno en la medida de sus posibilidades. En esta decisión reservo, además, un capítulo principal a nuestro empresariado, si es que todavía queda algo digno de tal nombre. Y, en especial, a nuestros empresarios hosteleros y hoteleros, el sector más beneficiado con la presencia de CD Lugo y Breogán en competiciones nacionales. Quizás ha llegado el momento de valorar si compensa, de aparcar el sempiterno lloriqueo y de arrimar el hombro, aunque no sea más que por el interés propio.

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