El gobierno de Cantabria cambió de color político en las elecciones del pasado mes de mayo, pero hay una circunstancia en el entorno del presidente que se mantiene: tanto el saliente, Miguel Ángel Revilla, del Partido Regionalista, como su sucesor, Ignacio Diego, del PP, están casados con una mujer de origen lucense. Si Aurora Díaz, la mujer de Revilla, era hija de pontenovés; María Luisa Castañeda García desciende de Margot García-Bobadilla, hermana del ya difunto Francisco García-Bobadilla, otrora propietario del hotel Méndez Núñez.
Aunque María Luisa Castañeda pertenece a una familia muy conocida de la capital lucense, ella nació en Madrid, donde pasó su infancia y juventud. Su relación con Cantabria se debe a las raíces de su padre, Miguel Castañeda, un militar de Santoña que estuvo destinado en Lugo durante la Guerra Civil. Fue durante la contienda cuando conoció a Margot García-Bobadilla; se casaron y tuvieron cinco hijos.
El matrimonio tuvo múltiples destinos -Pirineos, Burgos...- hasta que se asentaron en Madrid, donde residen cuatro de los descendientes y la propia Margot, que alterna los inviernos de la Meseta con los veranos en Santoña. Allí conservan una casa familiar que ha sido el vínculo de María Luisa con Cantabria, la comunidad donde ha terminado por pasar la mayor parte de su vida.
Según cuentan sus parientes lucenses, la mujer del presidente cántabro mantuvo una relación cercana con la familia durante mucho tiempo, con frecuentes visitas en verano y en Navidad. Sin embargo, desde hace unos años, las estancias en Lugo se vienen espaciando más. «Desde que falta mi hermano y mis padres vamos menos, me da mucha tristeza y ya voy mayor, pero hablo con mi cuñada y mi sobrino a menudo», cuenta Margot desde Santoña.
Su cuñada, Maider Prósper, asegura que María Luisa tiene muy presentes sus raíces gallegas y que se considera tan gallega como de Santoña. Alguna vez ha visitado Lugo con su familia, a la que se dedica -tiene tres hijas con Ignacio Diego- , aunque ya hace tiempo de eso.
Hasta llegar a la presidencia de la comunidad cántabra, Ignacio Diego -ingeniero técnico agrícola en excedencia de la Consejería de Educación- desempeñó distintos cargos. Fue candidato al Congreso de los Diputados en 1989 y director regional de Medio Ambiente a principios de los 90; además, hasta el 95 fue asesor del presidente del Parlamento de Cantabria. Ese mismo año consiguió para el Partido Popular la alcaldía de Astillero con mayoría absoluta y fue elegido alcalde, por lo que renunció al escaño de diputado nacional.
Diego revalidó la mayoría absoluta en sucesivas contiendas electorales, y en 2003 integró las listas regionales del PP y obtuvo un escaño autonómico. Encabezó la lista en 2007 y obtuvo la mayoría de votos, pero una alianza del Partido Regionalista con el PSOE le arrebató el gobierno. Diego se sacó la espina en junio de este año, cuando consiguió la mayoría absoluta. Sustituyó a Revilla en la presidencia, pero a pesar del gran vuelco no dejó de haber una mujer de origen lucense en la sombra.
