Una piara de jabalíes ha encontrado en Orbazai el perfecto resort de vacaciones. Durante la noche de ayer, una partida de estos animales ocasionó destrozos en una de las plantaciones de maíz existentes en las proximidades del río Miño, en la orilla contraria de la escuela de piragüismo.
Los abundantes tallos tronchados y los numerosos frutos roídos que yacen sobre la tierra revuelta no pillan por sorpresa a Dositeo Lorenzo Devesa, propietario de la parcela, quien hace dos años ya había sufrido otra incursión de jabalíes en sus terrenos, los cuales utiliza para obtener forraje destinado al ganado. Al carecer de seguro, no existe compensación posible para las pérdidas. «Te fastidian y ya está», confiesa resignado Lorenzo, curado de espanto. Tampoco acudirá a las autoridades públicas para efectuar reclamaciones, ya que no compensa «lo que marean con los papeles» frente a las indemnizaciones que puedan ofrecer.
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