Okupación: síntoma de miseria y terror de propietarios

las noticias de usurpación de viviendas ajenas, lo que se conoce popularmente como okupación, eran raras, sino inexistentes, hasta hace pocos años en Lugo. Si había casos, estos apenas trascendían. Sin embargo, en los últimos tres años una búsqueda rápida en la hemeroteca muestra casi una decena de historias de este tipo, repartidos por toda la ciudad: Fingoi, A Milagrosa, A Cheda...

La última okupación conocida se inició hace unos días en Serra Gañidoira, enfrente del antiguo hospital Xeral, donde una familia con dilatado historial okupa forzó la puerta de un edificio de bajo y dos pisos a escasos metros de sus propietarios.

La cercanía de los dueños no fue garantía de protección del inmueble. De un día para otro se encontraron con la puerta de entrada apalancada y se vieron protagonistas de una historia con todos los ingredientes que habían visto o leído antes: impotencia, sensación de desprotección, ira y angustia. Saben que acabarán recuperando su casa, pero no cuándo sucederá, cómo se la van a encontrar y cuánto les costará.

En lo que va de año, según datos de la Policía Nacional, ha habido ocho denuncias por casos similares en Lugo, cuatro de ellas en este mismo mes. 

La mayoría de las denuncias son de intrusos de paso

La Policía Nacional de Lugo asegura que la mayoría de las denuncias que recibe de okupación de inmuebles se deben a la presencia de vagabundos o personas sin techo que utilizan casas vacías en las que es fácil entrar para pasar la noche, pero en las que no se establecen..

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