En téminos generales, el concejal de turismo y cultura se mostró satisfecho con el desarrollo del San Froilán. «O éxito foi a cantidade de xente que acudiu, o bo tempo e a variedade, a calidade e a cantidade do programa. Houbo actuacións de todos os estilos e para todos os gustos», afirmó.
Bao destacó el éxito de los nuevos espacios festivos, como la Praza de Campo Castelo, los jardines de la Diputación y la Praza da Soidade; de la música gallega y de otros conciertos, como el de Manel, que consiguieron atraer a Lugo gente de otros lugares de Galicia, dijo. «Puxemos o listón alto», afirmó.
El balance del PP fue radicalmente distinto. «Para os 4.700 votantes do BNG foron unhas festas estupendas, para o resto pasaron sen pena nin gloria», afirmó la edil Encarna Amigo. Los populares criticaron, por ejemplo, la poca «calidad» de los conciertos, el desfile de ganado -«un paseo de dúas vacas e dous pitos»- y los fuegos artificiales. Además, en opinión del PP, el tráfico y la seguridad no estuvieron suficientemente garantizados. «Non houbo máis caos porque veu menos xente», afirmó Amigo.
Botellones
Los macrobotellones en el parque Rosalía de Castro, en el que se acaban de invertir más de dos millones de euros, fue uno de los aspectos negativos del San Froilán. No se produjeron grandes destrozos, pero cuatro noches de botellón dejaron más de 13 toneladas de basura -a quinta no está contabilizada- y obligaron a montar dispositivos de limpieza extraordinarios.
Con todo, el primer teniente de alcalde se mostró cauto con este problema y se limitó a señalar que «hai que conciliar o dereito da xente nova a divertirse coa preservación dos espazos públicos».
