«Me voy. Yo no voy a ser el problema. No tengo interés en seguir». Eduardo Núñez-Torrón quiso ayer dejar claro que sus días al frente de la Cámara de Comercio de Lugo están contados. Así atenderá a la petición de los trabajadores que se aferran a que la Xunta se haga cargo de la entidad para intentar hallar una solución a su falta de ingresos.
Núñez-Torrón comunicó su decisión de marcharse a la subdirectora xeral de Comercio, Sol Vázquez, en la reunión que mantuvieron ayer en Santiago, en la que el presidente de la Cámara lucense le puso al día de la situación de esta entidad.
La subdirectora xeral de Comercio comunicó a Núñez-Torrón que los servicios jurídicos de este departamento -que sigue a la espera de que el Ejecutivo de Núñez Feijóo nombre al director xeral- están estudiando alternativas para solucionar la crisis, al menos institucional, de la Cámara de Lugo.
