Notario Vacas: ''Comparto con todo Lugo la Medalla al Mérito en el Trabajo''

Tomás Notario (Foto: AEP/PEPE ÁLVEZ)
photo_camera Tomás Notario (Foto: AEP/PEPE ÁLVEZ)

Nació en Argentina, y se trasladó a Salamanca con sus padres cuando tenía 7 años. Sin embargo, Tomás Notario Vacas se siente "más lucense que la muralla" porque aquí se ha desarrollado política y profesionalmente, una dedicación premiada con una medalla de oro que probablemente le será impuesta en Lugo.

¿Qué supone para usted este reconocimiento?
Es una noticia muy satisfactoria, para mí y para toda mi familia, aunque las distinciones tienen algo de injusto porque otros trabajan tanto y no se verán reconocidos con este mérito. Pero es cierto que supone una satisfacción que reconozcan que uno se ha dedicado a atender las necesidades generales. De mis 52 años de trabajo, 49 los he desarrollado en Lugo y esta medalla se la quiero dedicar a un montón de personas que la han hecho posible porque han colaborado conmigo en todas aquellas actividades que haya realizado. Esta medalla la quiero compartir con todo Lugo.

¿Cree que ha pesado más su trayectoria profesional o política?
He estado 52 años trabajando, y eso es una vida muy larga, mientras que mis intervenciones políticas han sido esporádicas. Pasaron 14 años entre la primera y la segunda, por lo tanto se refiere  indudablemente a lo profesional.

¿De qué obra está más orgulloso?
Si tuviera que señalar una sería el puente sobre el río Miño. Era una necesidad palpable y fue  complementado por la circunvalación para sacar la carretera Madrid-A Coruña de la Ronda da Muralla.

A ese puente se le sigue llamando hoy puente nuevo...
Sí, han pasado 35 años y no ha habido otro. Es el único que se ha hecho en Lugo desde los romanos. Es una satisfacción, y eso ha tenido también una proyección profesional y también política.

¿Sigue de cerca, aunque sea a través de la prensa, el proyecto del que será el nuevo puente?
La inquietud por los problemas de Lugo y por mi profesión me siguen ayudando a vivir. Ayer le dije a un amigo, tengo ganas de ver esas obras y allá nos fuimos.

¿Y qué opinión le merecen?
Como técnico, mi criterio sería haberlo hecho más abajo. Yo ya le he expresado al alcalde cuál era mi criterio, pero muchas veces no es lo que uno quiere hacer, sino lo que puede hacer. Aunque sea ahí, el puente ayudará a resolver la congestión del puente romano, que no está preparado para el tráfico que soporta a diario.

¿Echa de menos la política?
No, en la política debiera haber una renovación más frecuente porque, de lo contrario, los cargos se patrimonializan, y uno puede tener muy buenas ideas, pero a lo mejor otro puede mejorarlas. Es bueno ver las cosas desde distintos ángulos. Yo nunca he sido un político profesional. Mire, en el 75 estuve a punto de ser designado para ser alcalde y renuncié antes. Luego, con Fernández Albor como presidente de la Xunta, cuando se rebelaron aquellos conselleiros acaudillados por Barreiro me ofreció ser conselleiro de Obras Públicas y tampoco acepté.

¿Por qué no aceptó la alcaldía aquella primera vez?
Tardaron mes y medio en decirme que iban a firmar mi nombramiento y yo sabía que había habido zancadilleo y creía que aquella situación no era buena para Lugo porque esas personas que presionaban en mi contra no iban a colaborar luego. Una vez muerto Franco, me presenté a las elecciones y gané.

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