No se merecen ni carbón

EL NUEVO AÑO no ha llegado precisamente con un pan debajo del brazo. Lugo tiene 2.053 parados más que en enero de 2011 y el número de demandantes de empleo supera ya las 25.000 personas. Además, las familias se encuentran cada vez con más problemas para llegar a final de mes, porque los ingresos medios por hogar han caído a 1.916 euros, la cifra más baja en esta provincia desde que comenzó la crisis.

En todo caso, pueden considerarse afortunadas las familias que llegan a la media, cuando el 23% de los hogares gallegos tiene que arreglarse con menos de 1.000 euros al mes y un 14% se encuentra en riesgo de pobreza. De hecho, cada vez más gente sobrevive gracias a la Renta de Integración Social de Galicia (Risga). En los últimos doce meses, en Lugo ha aumentado entre un 10 y un 15% el número de personas que percibe esa ayuda.

Somos menos, más pobres y también más viejos. Actualmente, casi la mitad de los domicilios lucenses tiene algún inquilino mayor de 65 años y la provincia ha perdido un 0,6% de su población, 1.974 residentes, en sólo doce meses. Sin embargo, lo peor está por llegar, porque Lugo podría quedarse, si se cumplen las previsiones, sin el 7,5% de sus habitantes en la próxima década.

Por si fuese poco, la cuesta de enero amenaza con convertirse en un puerto de primera categoría, que tendremos que escalar con piedras en los bolsillos. El recibo del agua sube en un 5%, otras tasas municipales en torno al 3% y el IBI puede encarecerse hasta en un 13%. También pagaremos más por las hipotecas, el gas ciudad y hasta por los sellos.

Además, para sacarnos de la crisis y devolvernos al paraíso, el Gobierno ha anunciado un incremento del IRPF que no es moco de pavo, porque casi la mitad de los contribuyentes pagarán este año entre 180 y 448 euros más cada uno. Mientras, el salario mínimo interprofesional, que no dejó de subir desde 1980, estará congelado, al igual que el sueldo de los funcionarios.

Nos hablan de ‘sacrificios’ necesarios, pero la expresión resulta difícil de digerir cuando vemos sueldos de más de un millón de euros al año en entidades bancarias que han recibido ayudas públicas. Algunos ejecutivos se han jubilado con la bolsa tan llena de monedas que no podrían nadar hasta la orilla si se cayesen en el Miño.

También marean las cantidades que algunos supuestos sinvergüenzas trincaron del erario público y dan ganas de tirarse al monte cuando nos enteramos de que un alcalde de esta provincia cobra casi tanto como un conselleiro en un municipio con menos de 800 habitantes.

Cada semana, vemos a personas que hacen cola ante el Banco de Alimentos, mientras otros se pegan la vida padre a cuenta de abusar de lo que es de todos. Esos no se merecen ni carbón. Sería mejor que los Reyes Magos les trajesen un pico y una pala para que sepan lo mucho que cuesta arrancárselo a la tierra.

Las ventas de coches bajaron en un 32% pero las empresas esperan haber tocado fondo

Las ventas de coches han bajado en torno a un 32% en Lugo durante el último año. La cifra no llega ni a la mitad de las operaciones cerradas en 2007. Algunas firmas ya han realizado ajustes en sus plantillas y la batalla por la supervivencia se presenta a cara de perro. Con todo, una parte de los empresarios confía en haber tocado fondo.

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