El profesor de ciencias que «todos habríamos querido tener», tal y como lo presentó ayer Gómez Besteiro, rehúye de la sempiterna razón como pilar de la sociedad del conocimiento y defiende que sus tres «grandes puntales» son la emoción, la intuición y las redes sociales.
los más jóvenes probablemente conocen a Eduardo Punset (Barcelona, 1936), que tiene unos 930.000 seguidores en Facebook, por la labor de divulgación científica que realiza desde esa plataforma que es ‘Redes’, un programa que está aguantando el tirón desde hace 17 años en la parrilla de La 2 de TVE. Asegura que «a mí me ha parado mucha gente por la calle dándome las gracias por recuperar la confianza en la ciencia». Y los más mayores saben además de Punset porque fue conseller de la Generalitat de Cataluña con el president Tarradellas y ministro con Adolfo Suárez en la transición. Dice que «ni loco» volvería a la política y repite una vez tras otra que «cualquier tiempo pasado fue peor».
En su novela científica ‘El sueño de Alicia’, que acaba de ver la luz, prioriza las emociones y la intuición como fuentes del conocimiento frente a la razón, ¿por qué?
Por primera vez en la historia de la humanidad se buscan las verdaderas fuentes del conocimiento, que no son la razón, ni la reflexión, como se había creído durante siglos, sino las emociones y la intuición, con una adición, la fuerza que hoy estamos sacando de las redes sociales. Como fuente de innovación no hay información más válida que la que nos dan estas. No os fiéis de la razón porque es una mentira, lo único que cuenta es la emoción de lo que estáis viviendo. En los circuitos cerebrales en los que se expresa lo que estamos percibiendo la razón apenas existe, en cambio la intuición avasalla.
Unas 400 personas acudieron a la Diputación y la transmisión en streaming registró picos de hasta 600
El fenómeno Punset pasó ayer por Lugo. Era la primera que el divulgador científico barcelonés impartía una conferencia en la capital lucense, que atrajo al salón de actos de la Diputación Provincial a cientos de personas. Prueba de su poder de convocatoria fue que en apenas una hora se completó la oferta de 400 entradas gratuitas.
