En el ecuador de su cuarto mandato, López Orozco repasa temas candentes de Lugo como el PXOM, la peatonalización del puente romano o la situación de la Policía Local. Y, por supuesto, el caso Pokemon, del que se sigue viendo una víctima
el profesor no pierde nunca el norte de su discurso: Lugo. Se le hable de Pokemon, de la candidatura de Besteiro, de los problemas con el PXOM o de su futuro. Siempre Lugo. Da la sensación de que López Orozco lleva tan dentro la vocación para ser alcalde que no se ve de otra manera. Por eso, si dentro de dos años sigue con la salud e ilusión que hoy, se presentará de nuevo a las elecciones.
Catorce años como alcalde y llega este mes al ecuador de su cuarto mandato. Resuma en una frase, si es posible, su sentimiento en este momento.
Una frase, pues yo diría únicamente «tarea ilusionante».
Fueron años de bonanza económica en los que Lugo dio un gran cambio y en eso usted tuvo un papel clave. ¿Le queda alguna espina clavada, algo que quiso hacer y no pudo?
Que estuvieran acabadas algunas obras, como el auditorio, y todo lo que pasó en relación al cuartel de San Fernando. Esa es una espina clavada. El auditorio está reconducido y esperemos que podamos reconducir el cuartel de San Fernando. Ahora, tareas por hacer, muchas. Una ciudad es un ser vivo, que cambia continuamente, con nuevas necesidades, nueva gente, nuevas situaciones. Gente que se incorpora a la sociedad, siempre está inacabada, en lo físico y en lo psíquico
Del equipo de gobierno salieron algunas personas por discrepancias y otras por cansancio. Es indudable que en tantos años uno tiende por lógica a rodearse de personas de confianza, que quizá no critican el punto de vista del alcalde. ¿Ponen sus colaboradores mucho en duda las decisiones del alcalde?
Sí, sí me discuten y siempre hay debate en el seno del grupo. Y además le niego la mayor. Por discrepancias no se marchó nadie, se trata de ir renovando los equipos. Además siempre di mucha libertad a mis compañeros, y cuando estuve coaligado igual. Recuerdo, al poco de llegar, que el secretario que había en el Ayuntamiento me dijo que teníamos que hacer las delegaciones. Yo le dije: «Todo lo que pueda delegar lo haré». El me contestó: «Caray, pero si esto es un gobierno en coalición». Yo le doy confianza a la gente, es como mejor se gobierna.
«Vamos a hacer arreglos en A Ponte para compensar la peatonalización»
Hay varios temas municipales candentes. El principal, el PXOM, y sus retrasos. Usted culpa al PP de esta última dilación. ¿Después de 12 años no debería de hacer un poco de autocrítica?
El PXOM creo que fue aprobado justo cuando se debía. Lo que pasa ahora me deja intranquilo, sobre todo después de leer las declaraciones de Jaime Castiñeira, que me parecen de gravedad. Es para cerrarlo todo e irse para casa. Dice que si él fuera alcalde ese 5 por ciento estaría aprobado. No me creo que la consellería actúe así. Lo que nos queda ahora es sentarnos ambas partes en torno a una mesa y hacerles ver que debemos solucionarlo de alguna manera.
