Negarse a salir de la estación de buses de Lugo para fumar puede costarle 20 meses de cárcel

Se empeñó en fumarse un cigarro en el interior de la estación de autobuses de Lugo y lo consiguió, aunque su cabezonería puede costarle una pena de veinte meses de cárcel. El acusado -un vecino de Castro de Rei con iniciales I.F.C.- se saltó a la torera la Ley antitabaco y no le importó lo más mínimo que la Policía Nacional hiciera acto de presencia para mandarle abandonar las instalaciones.

De hecho, su chulería, que podría haberle costado únicamente una multa, acabó convirtiéndose en delito, ya que se enfrentó a los agentes e intentó agredirlos.

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