La coyuntura socioeconómica de España poco puede compararse con la situación de otros países, donde la infancia se encuentra en lucha permanente por su supervivencia. Myriam Garabito, recién nombrada presidenta de Unicef Galicia, reivindica que la solidaridad de los gallegos, inmune al acecho de la crisis, debe alzar la vista y mirar más allá
¿Cuáles son sus objetivos como presidenta de Unicef Galicia?
Mi objetivo es el de Unicef: conseguir cambios reales en la vida de los niños a base de sensibilización y captación de fondos para ellos. Es decir, conseguir nuevos socios que nos garanticen regularidad en los ingresos para poder desarrollar nuestros programas en los 180 países en los que estamos trabajando y conseguir mayor incidencia en las políticas públicas de Galicia para que la infancia sea el mensaje principal y se destinen los recursos necesarios para garantizar los derechos de los niños.
