Morir en tierra extraña

Lugar del atropello mortal de John Towl Elízegui, en 2006.
photo_camera Lugar del atropello mortal de John Towl Elízegui, en 2006.

La muerte de un ser querido siempre es terrible, pero perderlo en otro país es aún peor. En los últimos años, varios inmigrantes fallecieron en Lugo. Mohamed era, en realidad, un lucense más, pero sus padres lo enterrarán en Marruecos, su tierra.

malika y hassan perdieron a su hijo pequeño, Mohamed Attouch, de tres años, en la madrugada del viernes, tras ser atropellado por un coche en la Rúa Mar Cantábrico, de Lugo, y, aunque no hay nada que los consuele, desde ese momento la comunidad marroquí de la ciudad no los ha dejado solos ni un momento. El matrimonio lleva aproximadamente una década viviendo en Lugo -ciudad en la que residen también varios hermanos- y sus compatriotas han hecho piña en los últimos días en torno a Malika y Hassan conscientes de las dificultades añadidas que tiene perder a un ser querido lejos de la tierra.

La comunidad hizo una colecta para ayudar a la familia a costear el traslado del cadáver de Mohamed a Settat, la provincia natal de sus progenitores, a unos 70 kilómetros de Casablanca. No todos los inmigrantes tienen seguro de repatriación. Pagar una póliza de este tipo supone un gasto más en economías que generalmente van muy justas y, además, la mayoría de la población inmigrante es joven y sana y no suele plantearse que pueda llegar a necesitar este servicio.

Consiga AQUÍ la información completa

Comentarios