La armonía que siempre reinó desde que hace medio siglo se crease la urbanización Hermanos Pedrosa-Francisco Norte podría romperse a cuenta de la puesta en funcionamiento de un nuevo local social en el barrio, ubicado en una vieja caseta de obra. Dos asociaciones vecinales, una de ellas a punto de constituirse, reclaman su utilización una vez finalicen las obras de acondicionamiento que acomete el Concello.
Fuentes del gobierno local aseguran que este galpón de propiedad municipal, pero del que disponía la Asociación de Vecinos de Montirón, «estaba en estado de abandono, cos solos e as paredes inservibles e ata entraban dentro as silvas, o que supón que ninguén o utilizaba». Además, se añade que a petición del nuevo colectivo creado en el barrio, se accedió al arreglo «para que poida ser utilizado polos veciños que pediron o seu acondicionamento ou por calquera outro que o precise».
Sin embargo, Manuel Fouz, presidente de la asociación más antigua de Montirón, asegura que la concejala de bienestar social, Carmen Basedre, les retiró las llaves del local y les instó a sacar los enseres que había dentro, «algo que non vamos facer porque queremos seguir usandoo», dijo Fouz, quien además denunció que ahora mismo están sin local, porque otro del que disponen en la plaza tiene una fuga de aguas residuales que imposibilita su utilización.
Por su parte, un portavoz del nuevo colectivo vecinal reconoce que «el barrio está ahora dividido», aunque añade que no tienen intención de disputarle la caseta de obra a la otra asociación, «solo pedimos un local donde puedan jugar los niños o los mayores y que esté abierto a todo el mundo, porque los que hay ahora en el barrio están cerrados», explicó.
