Cerca de 2.150 vecinos hicieron uso el año pasado de alguno de los cinco centro de dinamización rural del municipio de Lugo, ubicados en las viejas escuelas de Bóveda, Calde, Coeses, San Xoán do Campo y Santiago de Saá.
El dato lo ofreció la concejala de bienestar social e igualdad, Carmen Basadre, en un encuentro con los representantes de las asociaciones que gestionan esos centros.
Por el centro de Bóveda pasaron aproximadamente 250 personas; por el de San Xoán do Campo, unas 300; por el de Calde, en torno a 350 y por el de Coeses, alrededor de 1.000.
Los centros fueron acondicionados con fondos municipales y no sólo sirven para acercar servicios y actividades a los vecinos de las parroquias, sino también para fomentar el empleo.
«Dende o Concello só se pediu que as persoas empregadas durante unhas horas nestas escolas foran das parroquias próximas, mulleres e novas», recordó la concejala.
Los vecinos son los encargados de buscar al personal y de elegir los servicios y actividades, desde peluquería y podología a clases de inglés y técnicas de lectura. «O que buscamos é que a xente teña un lugar onde reunirse, chamar o teléfono para pedir cita previa, coñecerse, traballar conxuntamente...», afirma Basadre.
