Mientras el caso Campeón sigue pendiente de recursos y resoluciones de la Audiencia Provincial después de casi cuatro años, los restos del imperio que había levantado de la nada Jorge Dorribo siguen desmoronándose. Hundido en la ruina desde hace tiempo su buque insignia, Laboratorios Nupel, apeado de su flota de deportivos, privado de su avión y desahuciado de su lujosa casa de Santa Marina, la miseria se ha apoderado también del chalé que la familia tiene en la urbanización San Roque de Carril, en Vilagarcía de Arousa. El lugar de vacaciones que se habían reservado es ahora un foco de delincuencia y conflictividad social, punto de encuentro habitual de drogadictos y marginados.
La vivienda sigue precintada por orden del juzgado de instrucción 3 de Lugo desde que se llevó a cabo la operación contra Dorribo, que llevó a este a prisión durante varios meses. Ya hace más de un año que se detectó que había sido desvalijada por completo. Poco a poco, se fueron llevando puertas, ventanas, griferías y hasta un jaccuzi, hasta dejar solo la estructura pelada.
Ahora, los propios vecinos de la urbanización se han dirigido al juzgado de Lugo para alertar sobre el deterioro del inmueble
