Margarita espera galán

Margarita, ayer en el jardín de Hacienda (Foto: Pepe Álvez)
photo_camera Margarita, ayer en el jardín de Hacienda (Foto: Pepe Álvez)

Los funcionarios de la delegación lucense de Hacienda tienen una compañera más desde hace unos días. La tortuga Margarita, que convive con ellos en el jardín interior desde hace más de 50 años, ha salido del letargo invernal y ya campa a sus anchas.

La hibernación le ha sentado de maravilla, ya que está más enérgica que nunca, y eso que ha perdido algo de peso. «O inverno foi bastante longo e duro», explica Encarna Parga, una de las funcionarias que vela por ella.

Su estado de salud es muy bueno, indicó el especialista que se ocupa de chequearla, Eduardo Rodríguez, presidente de la Protectora de Animais Exóticos de Galicia (Paexga), y la prueba es que se mueve mucho por el jardín y come y toma el sol con normalidad. Con todo, le será suministrado un complejo vitamínico a base de calcio y fósforo porque es probable que, en los próximos meses, tenga un importante desgaste.

Si las cosas no se tuercen, a finales de este mes o principios del próximo, Margarita se encontrará por primera vez en su vida con un macho. El afortunado es Ataúlfo, un ejemplar de la misma especie, que vive en una finca de Foz desde hace unos 35 años.

Su propietario ofreció el ejemplar a Paexga este invierno, cuando tuvo conocimiento de que se buscaba un macho para intentar que Margarita tenga cría. Sin embargo, al ser ambos una especie en peligro de extinción -‘testudo hermanni’ o tortuga mediterránea-, la asociación quiere hacer las cosas bien y primero tiene que legalizarlos, y hubo que esperar a que salieran del letargo.

El proceso consiste en ponerles microchip; darlos de alta en la base de datos de Cites (Convenio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre), para lo que es necesario aportar numerosa información gráfica y testimonial de los animales, y, finalmente, lograr el visto bueno del servicio de control de comercio exterior de especies, que depende del Gobierno.

Rodríguez confía en que los trámites sean satisfactorios y Margarita y Ataúlfo puedan encontrarse en unas semanas. Mientras tanto, la tortuga de Hacienda disfruta de los primeros rayos de la primavera y de la lechuga y las manzanas que le suministran los funcionarios.

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