A Marful, una banda que hace más de una década revolucionó la música gallega hasta convertirse «en un grupo de culto de la intelectualidad del país» -según su propia definición-, siempre le gustó la música de bailar, por eso ayer en la Praza de Santa María sonaron canciones con un solo fin: «Que os rocéis, os conozcáis, os enamoréis y tengáis hijos, como tantas veces se hizo en este país», gritó Ugía Pedreira al medio millar de fieles que la escuchaban en una noche en la que poco apetecía salir de la casa. Explicó que, en la búsqueda de esos «bailes elegantes, a su manera, sin coreografías», el grupo recorrió salones de A Mariña -tierra de la cantante- ya cerrados, como el de Benito, en Vilaronte, y el de Rúa, en Sargadelos, y conoció músicos de las antiguas orquestas.
Las referencias a la vida, a los médicos, a las meigas, a las mujeres lucenses y bretonas que dieron su leche «a los burgueses de A Coruña, Madrid, Barcelona y París» y hasta «a María Santísima, a ver si baja de una vez», gritó mirando hacia ka catedral, fueron constantes en un concierto muy
Consiga AQUÍ la información completa |