Manuel Chaín presentó su dimisión como secretario general de UGT en Lugo. Tras este adiós, es la comisión ejecutiva de la unión comarcal la que asume colegiadamente la dirección del sindicato. Esa responsabilidad expirará en el plazo máximo de cuatro semanas, período en el que se tendrá que celebrar el comité en el que se elegirá a su sucesor.
La dimisión de Manuel Chaín, que la presentó por escrito en la tarde del pasado martes ante la comisión ejecutiva de UGT-Galicia, era esperada. Se produjo cuatro días después de que trascendiese que va a concurrir a las próximas elecciones municipales de mayo en la candidatura del PSdeG-PSOE al Concello de Lugo, que encabezará José López Orozco. Ese salto a la arena política sí que cogió por sorpresa a sus compañeros de central.
Desde UGT-Lugo se quiso dejar claro que, pese a la marcha del secretario xeral, está «garantido o normal funcionamiento e atención as tarefas de acción sindical», obligación que asumirá la comisión ejecutiva de forma colegiada.
La comisión ejecutiva precisó que la situación en la que queda esta central es de «estabilidade e plena potencialidade de defensa dos intereses das persoas traballadoras e da sociedade no seu conxunto».
Aunque en el seno del sindicato la decisión de Chaín ha caído como un jarro de agua fría, la comisión ejecutiva aclaró que la «opción persoal» tomada por el ahora dimisionario secretario xeral merece «o respecto e consideración debida».
Antes de cuatro semanas se convocará el comité comarcal extraordinario en el que se elegirá al nuevo secretario xeral. Esa decisión la tendrán que tomar entre 30 dirigentes. Cada federación cuenta en este órgano con un número determinado de representantes en función de sus afiliados. La de servicios públicos y Unións Agrarias son las que tienen más miembros.
