La 'huella ecológica' de Magisterio de Lugo equivale a 116 hectáreas de bosque

La escuela universitaria de Formación del Profesorado de Lugo precisaría de un total de 115,92 hectáreas de bosque gallego para poder asimilar las emisiones de dióxido de carbono (CO2) asociadas a su actividad académica, lo que supone unas 193 veces su propia superficie.

Así lo indicó este miércoles la técnico ambiental Noelia López, quien presentó las conclusiones más relevantes de un estudio sobre el impacto de la contaminación de los gases de efecto invernadero en los centros de la Universidad de Santiago de Compostela (USC), al que asistió también el director xeral de Desenvolvemento Sostible, Emilio Fernández, y la coordinadora del Plan de Desenvolvemento Sostible de la USC, Dora Blanco.

Una vez finalizado el estudio del impacto global de la institución académica se identificarán las causas principales que lo generan, para introducir luego medidas correctoras que sirvan para alcanzar un equilibrio con el entorno y reducir las emisiones de CO2.

Por ahora, como experiencia piloto, se evaluaron la referida escuela lucense y la facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de Santiago, la cual necesitaría un total de 463,58 hectáreas por año de bosque gallego para asimilar sus emisiones de dióxido de carbono.

Huella ecológica
El análisis se basa en el cálculo de la huella ecológica, un indicador por el que se conoce de forma aproximada el impacto de la humanidad (o de un país, región, ciudad o, como en este caso, de dos centros académicos) sobre su naturaleza, permitiendo comparar el consumo de un determinado sector de población con la limitada productividad de la tierra.

Se expresa en hectáreas por persona y año y representa los costes ecológicos del modelo de vida de la población analizada mediante la cantidad de hectáreas de planeta necesarias para mantener ese modelo.

Las principales conclusiones reflejan que el 57,5% del impacto (un 52% en el caso del centro de Lugo y un 63% en de Santiago) es debido a las emisiones asociadas a los desplazamientos de los miembros de la comunidad universitaria a los centros de trabajo y estudio. Este dato motiva que sea muy importante promover medidas para mejorar la movilidad, favoreciendo el acceso a pie y en bicicleta e impulsando decididamente el transporte público.

El consumo de electricidad, el de combustibles fósiles y la construcción del edificio son, por este orden, las siguientes contribuciones al total de emisiones de CO2, con un 35% del total en Económicas y un 46% en el caso de la Escuela de Magisterio de Lugo.

En cuanto al uso del papel, el estudio llama la atención tanto sobre la gran cantidad consumida como sobre el hecho de que sólo un 30% se recicla.

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