Lugo volvió a arder, pero a la luz de 415 hogueras autorizadas

Hoguera de Montirón. SEBAS SENANDE
photo_camera Hoguera de Montirón. SEBAS SENANDE

La capital lucense volvió a arder a sólo cuatro días del Arde Lucus. Las 415 hogueras finalmente encendidas y autorizadas en el municipio marcaron el inicio del verano y la magia de una noche, la de San Xoán, donde el olor a humo, churrasco y sardinas asadas se extiende por barrios y parroquias.

La mayoría de las hogueras comenzaron ya a encenderse sobre las ocho de la tarde, al tiempo que se preparaba la comida que reuniría a vecinos y amigos en distintos puntos de la capital.

Por ejemplo, en el barrio de As Fontiñas, la asociación cultural Madialeva se encargó de este cometido y organizó, por cuarto año consecutivo, delante de Mercadona, una foliada con juegos populares, queimada y comida y bebida a precios populares. En este caso, el encendido de la hoguera se retrasó hasta el anochecer, a las diez y media.

Conturiz

La asociación de funcionarios de la Xunta Xungalu también organizó otra hoguera en una finca privada de Conturiz, donde hubo actuaciones, refrigerios y sorteos. En esta misma parroquia, la asociación de vecinos encendió la hoguera entre las ocho y media y las nueve, hora en la que también comenzó la cena a base de churrasco, chorizos, queso y postres caseros. Después de la cena, actuó una orquesta de Ferrol en el campo de la fiesta.

También el barrio de A Estación celebró el San Xoán con una hoguera, que se hizo en la explanada. Los vecinos de este barrio organizaron una sardiñada y un baile hasta la madrugada. En Entrecarrís, hubo otra animada fiesta.

En Calde, la hoguera abrió las fiestas de San Pedro, pregonadas por María Luz Santoalla, y en las que hubo una verbena.

Comenzaron, además, ayer las fiestas en Tirimol, en honor a San Juan. A las diez, se hizo una churrascada amenizada por la orquesta Los Emperadores. Media hora después, se encendió la hoguera. Las fiestas en San Xoán de Tirimol, al igual que en Calde, se prolongarán el fin de semana.

LAS CITAS MÁS MASIVAS
Desde un becerro a una paella gigante

Ni churrasco, ni sardinas. Los vecinos de A Milagrosa y A Piringalla volvieron, como es tradicional, a asar un becerro, cedido por el ganadero César Dorado y que sirvieron en raciones acompañado de 200 kilos de pimientos. El grupo Limón amenizó la fiesta. Los organizadores calculaban servir unas 2.000 raciones.

No fueron los únicos en comer bien. Muy cerca, en O Castiñeiro se servían 500 raciones de paella. Después hubo verbena con la orquesta Alianza, que amenizó un baile hasta altas horas de la madrugada.

En Montirón, otro barrio con gran tradición por San Xoán, se sirvieron 100 kilos de sardinas al son de Tropicana. La hoguera de Montirón es de las más grandes que hay en la capital lucense y unas de las que, por otra parte, reúne a un mayor número de personas.

También hubo hoguera en As Gándaras, además de churrasco y sorteo de regalos entre todos los asistentes. El fuego se hizo en el campo de la fiesta. La organización corrió a cargo de la asociación de vecinos Gatos Roxos.

Seguridad

El Concello instaló un dispositivo de seguridad especial la pasada noche.Los servicios municipales del área de Protección de la Comunidad y la Cruz Roja, que aportó una ambulancia, colaboraron para garantizar la seguridad en torno a las hogueras. Además, el parque de bomberos, la Agrupación de Voluntarios de Protección Civil y la Policía Local estuvieron especialmente atentos a cualquier eventualidad.

Bando

El alcalde, José López Orozco, dictó un bando advirtiendo de que las fogatas no deberían superar los 3,5 metros de alto. Tampoco se podían usar materiales inflamables o contaminantes, como cauchos o plásticos.

Además, el bando prohibía hacer hogueras a menos de 50 metros de cualquier casa. Tampoco debería situarse a menos de 20 metros de cables, mobiliario urbano, contenedores de basura, instalaciones de telefonía o vehículos. Advertía también de que la distancia mínima entre hogueras debería superar los 100 metros.

 

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