Lugo tiene la tasa de dependientes en casa más alta de Galicia

Usuarios del servicio de comida a domicilio en un concello lucense (AEP)
photo_camera Usuarios del servicio de comida a domicilio en un concello lucense (AEP)

Los hogares de Lugo son los gallegos que cuentan con un mayor número de dependientes, situación en la que se encontraba la mujer fallecida a primeros de mes en Lugo por supuesta desatención. La Encuesta sobre Condiciones de Vida de las Familias, recogida por el Instituto Galego de Estatística (IGE), recoge que un 11,85 por ciento de los hogares lucenses tienen algún dependiente. Un porcentaje que, incluso, supera en dos puntos la media gallega, del 9,44 por ciento, y muy por encima de otras provincias como A Coruña, con un 8,56 por ciento, y Pontevedra, con un 8,89 por ciento, donde se optaría más por el cuidado de los dependientes en centros y no en familias.

La situación social lucense se aproxima, en cambio, a la que se vive en la provincia de Ourense, donde también un 11,04 por ciento de los hogares albergan a algún dependiente.

La Consellería de Traballo e Benestar Social informa de que no existen, como tales, listas de espera en las residencias de ancianos de titularidad pública. Y no existen por una razón: porque la mayoría de las solicitudes son de personas dependientes que, a su vez, se acogen a algunas de las ayudas que otorga la Ley de la Dependencia como, por ejemplo, las plazas de libranza vinculada.

«Es una ayuda económica, que oscila entre 400 y 800 euros, según sea el grado de dependencia, y que permite a los usuarios abaratar el coste de la residencia», dice Belén Porto, directora del geriátrico Carlos IV, en Outeiro de Rei.

Otra alternativa económica que ofrecen las residencias de pago es la opción de solicitar, dentro de estos centros, alguna de las escasas plazas concertadas.

En Carlos IV, por ejemplo, sólo hay doce plazas de estas características, en las que el usuario paga el 75 por ciento de su pensión, como en cualquier residencia pública. El mismo número de plazas de este tipo, doce, hay en la residencia San Salvador, en Guntín. Sin embargo, este número es mucho mayor en Sanyres donde son 66 las plazas con estas características.

Vivir en una residencia de ancianos, de capital privado, sale por una media de 1.200 a 1.500 euros al mes, según su dependencia. Actualmente, hay 565 personas que viven en los cuatro geriátricos privados con más plazas que hay en Lugo y que pagan, como mínimo, 678.000 euros al mes.

En estas cuatro residencias privadas -Sanyres, en Lugo; Carlos IV, en Outeiro de Rei; San Salvador, en Guntín, y A Veiga, en A Pobra de San Xiao- la mayoría de los usuarios son dependientes. Los válidos -como se suele llamar a las personas que pueden moverse y valerse por sí mismas - optan por los centros de día o esperan por una plaza en una residencia pública.

En Sanyres, por ejemplo, la lista de espera mensual se aproxima a las diez personas. En algunos casos, ya ingresan directamente desde el hospital, por estar convalecientes de alguna operación y necesitar unos cuidados mínimos que la familia no les puede dar.

«Hay entre ocho o diez personas en lista de espera con las que estamos pactando precios porque tienen otras tarifas anteriores y porque también nosotros adaptamos el coste de la residencia a la situación personal de cada usuario. En nuestro caso, por ejemplo, no hacemos apenas diferencias entre dependientes y válidos porque muchos de éstos acaban necesitando ayuda, que se les da. Sólo en ciertos casos, si son dependientes ya de entrada, se les aplica 200 o 380 euros al mes. Pero, por lo general, somos más partidarios de una tarifa plana, como la que tuvimos el año pasado, que es similar a la oferta que tenemos actualmente, de 1.500 euros por plaza en habitación doble con todos los servicios incluidos», dice Montserrat Escuredo, directora de Sanyres.

La edad media de los usuarios de una residencia privada en Lugo está entre los 80 y los 85 años. Los meses con más ingresos son los del verano y también septiembre y octubre.

Algunos de estos centros ofrecen también programas de Respiro Familiar con estancias cortas que oscilan entre los quince días y el mes. También hay estancias de fin de semana.

«Un mes sae por 760 euros. A nosa residencia foi a que máis usuarios tivo o ano pasado, en toda Galicia, deste tipo de programa», afirma Óscar Neira, trabajador social de A Veiga.

En la mayoría de las residencias, afirman que la crisis no bajó el número de usuarios. Sin embargo, sí apreciaron algunas bajas pero por otro motivo: los conciertos de la Xunta con dos residencias privadas, una en Monforte y otra en Viveiro. «Ha bajado el número de residentes porque la Xunta concedió plazas públicas, que tenían solicitadas, en las nuevas residencias de Monforte y Viveiro, aunque algunos renunciaron por la distancia», dice Montserrat Escuredo, de Sanyres.

CRISIS. Menos gente en los centros de día

  • Si en la mayoría de las residencias privadas de Lugo la crisis económica todavía no hizo mella, esto sí se está empezando a notar en algunos centros de día. Así, por ejemplo, la directora de Sanyres, Montserrat Escuredo, afirma que a finales de año «de las veinte o veinticinco personas que teníamos en el centro de día, cinco se marcharon para su casa, quizás porque tenían familiares que se quedaron en paro».

 

  • Veinte plazas libres tiene, actualmente, el centro de día de Sanyres, lo que supone más de la mitad del total puesto que hay 17 ocupadas, según indicó Montserrat Escuredo.

San Salvador

  • En San Salvador, reconocen, en cambio, que sí se redujo últimamente el número de residentes nuevos. «Notouse sobre todo nestes dous últimos anos. Hai máis familiares que se están a facer cargo dos maiores», cuenta una empleada de esta residencia que ofrece, en cambio, unas de las tarifas más económicas, a 949 euros al mes la habitación doble sin baño para usuarios válidos.

AYUDA A DOMICILIO. Unos 500 lucenses rebiben este servicio

  • El Concello presta ayuda a domicilio a unos 500 lucenses, de los que más de 170 son personas que tienen concedida ayuda de la Ley de Dependencia.

Empresa

  • La administración local empezó prestando este servicio a través de Cruz Roja, pero en el último concurso público ganó la empresa Atendo Calidade, con sede en el sur de Galicia. Cuenta con unas cien trabajadoras.

RECURSOS
La capital lucense cuenta con doce trabajadores sociales para casi 98.000 vecinos

El Concello ayuda a unas 9.400 familias, a las que asesora, da servicios sociosanitarios o presta apoyo económico

La capital lucense cuenta con doce trabajadores sociales para valorar y atender las demandas de la población relativas a este campo, tan variadas que van desde la gestión de recursos sociosanitarios hasta la ayuda a víctimas de violencia de género, personas con escasez de recursos... A 1 de enero de 2010, últimos datos del Ine, el censo era de 97.635 vecinos.

De esa docena de trabajadores, siete prestan servicio en los centros sociales municipales y el resto, personal de la Xunta, en centros de salud. En concreto, en los de San Roque, A Milagrosa, Sagrado Corazón, Fingoi e Illas Canarias.

Los profesionales de Sanidade están integrados en los equipos de Atención Primaria y su labor consiste en orientar al paciente.

La administración que presta más atención social en la ciudad es el Concello. Tiene un equipo de profesionales en cada uno de los seis centros sociales integrado por trabajador social y educador. A finales de año, el Concello tenía casi 9.400 expedientes abiertos, algunos unipersonales y otros que engloban a varios miembros de una misma familia.

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